Según los analistas, las fuerzas de solo algunos países pueden afirmar ser las armadas más capaces y efectivas del mundo. El primer lugar va para la armada estadounidense; el segundo, Rusia, y el tercer lugar de honor, China. Japón, India, Francia, Corea del sur, Italia, Gran Bretaña y Turquía les siguen en orden descendente. Canadá cierra con el puesto veinte.
La clasificación está basada en cifras del índice de poder militar: la fuerza militar, una cifra de vehículos armados, aviones, helicópteros, submarinos, buques de la armada y también el gasto en defensa. En este contexto, la primacía de la armada estadounidense ocurre debido al alto presupuesto militar del país: el año pasado, Estados Unidos dirigió $610 mil millones para la escalada militar.
En esa situación, Rusia y China se benefician de la efectividad del gasto y las inversiones en el armamento de primer nivel. Por ejemplo, en 2014, las fuerzas rusas recibieron casi 4.5 mil nuevas armas y equipo militar, que incluyen los cazas de quinta generación PAK FA ()T-50, la plataforma de combate Armata Universal, el nuevo sistema de defensa aérea S-500, capaz de disparar a objetivos en el espacio.
China también invierte en el armamento de primer nivel La armada del país tiene los misiles balísticos DF-21D, capaz de llevar los porta aviones a 2,000 km y también los misiles balísticos DF-16 con un rango de 1,000 km, aplicado como medios no nucleares de golpes de precisión. Asimismo, la armada regular de Celestial Empire es de 2.3 millones de personas frente a 1 millón de soldados de la armada rusa y 1.4 millones en Estados Unidos.
Como mencionan los expertos, en la actualidad, Estados Unidos dejó de desarrollar nuevos tipos de armas, al concentrar la producción de vehículos armados y aviones drone. Los analistas observan la vulnerabilidad de los buques frente al ataque misil desde tierra, la vulnerabilidad de aviones y satélites frente a los modernos activos de defensa aérea como la debilidad de los vehículos militares estadounidenses.
Los analistas presentan a los tres principales, Estados Unidos, Rusia y China, sin tener en cuenta las armas nucleares de los países, ya que el 90% de este tipo de armas se concentra en las manos de Estados Unidos y Rusia.