Crisis de las instituciones políticas
Se prevé que aumente la crisis de las instituciones políticas existentes. Brexit en el Reino Unido fue el primer indicio. Más tarde, otros países anunciaron una posible autonomía. Los analistas esperan que los problemas de larga data empeoren y se presenten nuevos desafíos en el año en curso. En este contexto, muchos estados están dispuestos a abandonar cualquier comunidad que restrinja su libertad. Nuevos movimientos políticos encaminados a la autonomía ganarán fuerza. Al mismo tiempo, los expertos admiten que varios países se verán involucrados en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Recesión mundial e inflación en varios países
La mayoría de los economistas están de acuerdo en que las perspectivas económicas mundiales para 2023 son sombrías. Los principales riesgos económicos son que la economía de EE.UU. y el mundo puedan caer en una recesión en medio de la postura asertiva de la Reserva Federal y otros bancos centrales. Al mismo tiempo, muchos creen que se puede evitar una recesión total gracias a un crecimiento económico superior en India y China. No obstante, el aumento de la inflación registrado en varios países da como resultado una menor demanda. El Banco Mundial predice que la inflación subirá al 5% en 2023, lo que desencadenará tanto una recesión como una crisis financiera. Los expertos temen que el mundo pueda experimentar una serie de incumplimientos corporativos y soberanos. Estos últimos representan la mayor amenaza para la UE. Esto, a su vez, conducirá a una estratificación social catastrófica, una clase media cada vez más reducida y un aumento del desempleo. En este contexto, las empresas y los particulares tendrán que declararse en quiebra. Según los economistas, el año 2023 estará marcado por la bancarrota.
Ruptura de lazos comerciales
La situación está empeorando debido a la ruptura de los lazos económicos existentes que se han construido durante décadas. Este problema se relaciona no solo con Rusia y los países occidentales, sino también con varios otros estados. Las autoridades de la mayoría de los países a menudo construyen su propia política económica basada en intereses nacionales que van en contra de los acuerdos corporativos. Ahora las actividades militares se han convertido en confrontación económica. Sin embargo, no es menos destructivo que un conflicto armado abierto. Los expertos admiten que en 2023 se intensificará el enfrentamiento entre los principales países exportadores y las naciones consumidoras de productos clave. Según estimaciones, el año en curso estará marcado por una guerra de sanciones y divisas, así como por un conflicto de embargos y precios.
Tasa clave y su impacto en el mercado
En diciembre del año pasado, la Fed elevó su pronóstico de tasa de fondos federales promedio para fines de 2023 a 5,1% desde 4,6%. Sin embargo, el mercado de futuros de tipos sigue esperando que la Fed ponga fin al ciclo de endurecimiento de la política monetaria. Los participantes del mercado creen que el regulador suavizará su postura este año para evitar un aterrizaje forzoso de la economía estadounidense. Si no hay una relajación de la política monetaria, las expectativas de tasas reevaluadas podrían desencadenar un colapso en los mercados bursátiles mundiales y estadounidenses.
Mayores precios de energía
También se espera que la economía mundial se vea presionada por un aumento en los precios de las materias primas impulsado por una disminución en las reservas mundiales de energía y metales. Tal escenario pondrá al mundo al borde de la estanflación. Los principales riesgos en el mercado de hidrocarburos son una combinación de factores como una recesión en la UE, frenos de virus en China, así como la situación económica actual en los EE.UU. que permite a la Fed mantener una política monetaria estricta. Si EE.UU. hace concesiones a Irán y Venezuela, esto aumentará la presión sobre los precios del petróleo Brent y los Urales rusos. Esto, a su vez, perjudicará los ingresos por exportaciones globales y se convertirá en un factor de devaluación adicional para Rusia. Si esta situación persiste en el largo plazo, la estabilidad financiera estará en entredicho.