El panorama energético en los Estados Unidos muestra un nuevo giro a medida que las reservas de gasolina continúan disminuyendo. Según el último informe publicado el 26 de marzo de 2025, los inventarios de gasolina han registrado una caída significativa, alcanzando -1.446 millones de barriles. Este descenso marca un agravamiento con respecto al indicador anterior, que ya había reflejado una reducción de -0.527 millones de barriles.
Este fenómeno suscita preocupaciones en un contexto ya delicado en el que el equilibrio entre oferta y demanda se vuelve crítico. La disminución de inventarios podría ejercer presión sobre los precios al consumidor, generando un impacto directo sobre la economía doméstica dada la dependencia del transporte por carretera.
El seguimiento de este indicador es crucial para los analistas y responsables de políticas, ya que evidencia el estado de las reservas estratégicas de combustible en el país. En paralelo, el sector energético está llamado a adoptar medidas que logren una estabilización de los niveles de abastecimiento, asegurando así un flujo sostenido y evitando alteraciones que puedan influir en la recuperación económica pospandémica.