Por segundo día consecutivo, el oro está ganando impulso en medio de los temores de guerra comercial. Los riesgos geopolíticos y los planes arancelarios del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, impulsaron los flujos de activos refugio por segundo día consecutivo. Además, la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. mantuvo al dólar cerca del mínimo semanal deprimido, lo que ayudó a la materia prima a consolidar su rebote desde el mínimo semanal en torno al nivel de $2600.
Asimismo, la debilidad de los mercados bursátiles europeos es otro factor que favorece al metal precioso. Pero las actas del FOMC de ayer, con la perspectiva de un recorte más lento de las tasas por parte de la Reserva Federal, debería ser un apoyo para el dólar, limitando el metal amarillo desfavorable en crecimiento.
Por otra parte, los alcistas del par XAU/USD deberían esperar a la publicación de importantes datos macroeconómicos estadounidenses, como el índice de precios del consumo PCE, antes de abrir nuevas posiciones.
Desde el punto de vista técnico, un buen rebote desde el mínimo semanal y el posterior fortalecimiento favorecen a los toros. No obstante, en el gráfico diario los osciladores se mueven en terreno positivo.
Pero aún no han confirmado el sesgo positivo e indican que es probable que el movimiento alcista encuentre una fuerte resistencia en los $2650, este nivel está confirmado en el gráfico de 4 horas por la media móvil simple SMA de 100 periodos.
Por encima de este nivel, el oro subirá a la zona de $2665-2670 cerca de la SMA de 50 días en su camino hacia el nivel redondo de $2700.
Por su parte, la zona de $2625-2622 podría proporcionar cierto soporte antes de la ronda de $2600. Una ruptura convincente por debajo de los $2600 podría considerarse como un nuevo detonante para los osos.