Los precios del petróleo crudo en EE.UU. para el West Texas Intermediate (WTI) inician la nueva semana con un panorama desalentador, sin haber logrado recuperarse de la caída del viernes.
Incluso el anuncio del presidente de EE.UU., Joe Biden, sobre su retirada de la carrera presidencial el domingo, que llevó a los inversores a ajustar sus posiciones apostando por la victoria de Trump, y las expectativas de una posible reducción de tasas por parte de la Reserva Federal en septiembre, que deberían limitar el fortalecimiento del dólar y dar soporte a las compras de materias primas, no lograron dar impulso a los compradores de petróleo.
Además, las preocupaciones sobre posibles interrupciones en la cadena de suministro debido a la tensión geopolítica y los conflictos en curso en el Medio Oriente tampoco han beneficiado a la cotización del crudo.
Desde un punto de vista técnico, el cierre del viernes por debajo de la media móvil simple de 50 días (SMA) puede interpretarse como una nueva señal de presión bajista. Los osciladores en el gráfico diario apenas han comenzado a mostrar una dinámica negativa, sugiriendo que la trayectoria de menor resistencia para el petróleo es a la baja. Por lo tanto, cualquier movimiento al alza podría verse como una oportunidad para la venta. Y en ausencia de datos macroeconómicos relevantes de EE.UU. el lunes, el riesgo de un fracaso en los intentos de recuperación es bastante alto.