Los países exportadores de petróleo, encabezados por Rusia y sus socios, acordaron en su última reunión, a principios de diciembre, recortar su producción combinada de crudo a unos 2,2 millones de barriles diarios. En un intento de impulsar aún más los precios internacionales del petróleo.
Fue el último de una numerosa serie de recortes, la mayoría de ellos por parte de Arabia Saudí.
La práctica de los recortes es habitual, pero por desgracia esta vez no funcionó.
Reuters informó de que la OPEP se enfrentará a una caída de la demanda de petróleo ya en el primer semestre de este año. El informe citaba las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía, la Administración de Información Energética de Estados Unidos y la propia OPEP, que indican un descenso de la demanda, algo que la AIE ya ha dicho antes.
Cuando la OPEP+ acordó un recorte más amplio de la producción, los operadores ignoraron el hecho porque no era noticia, la oferta mundial era suficientemente grande y se daba por hecho que los miembros de la OPEP+ habían hecho trampas en el pasado al recortar la producción. En otras palabras, todo el mundo confiaba en que había petróleo suficiente para cubrir la demanda.
Angola se retiró entonces de la OPEP, pero eso no ayudó a los planes del cártel.
Según los comentarios de los analistas sobre la decisión de la OPEP+ de diciembre, está claro que los tres meses previstos de mayores recortes no bastarán para afectar a la oferta y, por tanto, a los precios.
Además, los productores de petróleo estadounidenses aumentaron la producción diaria en 1 millón de barriles en 2023 al aumentar la productividad de los pozos. Los productores de petróleo estadounidenses son sorprendentemente disciplinados.
Por consiguiente, cabe suponer que el sector mantendrá este nivel de aumento de la productividad y seguirá incrementando la producción. No obstante, la EIA sigue pronosticando una tasa de crecimiento de la producción mucho más modesta este año: menos de 300.000 bpd.
Pero si nos atenemos a la realidad, los aumentos de productividad no son algo infinito. Hay límites. También hay estrategias empresariales que se concentran en manos de unas pocas corporaciones. En otras palabras, la producción irá donde los grandes productores quieran que vaya. Y no necesariamente el precio subirá o bajará.
Lo único que tiene que hacer la OPEP es esperar a que la demanda proporcione un nivel cómodo de oferta. La cuota de la OPEP en el total mundial ha disminuido debido a los recortes, pero se mantiene estable en el 27% del total. Y el cártel dispone de una capacidad excedentaria de unos 5 millones de barriles diarios que podría utilizar en caso de necesidad.
Y las especulaciones sobre el colapso de la OPEP son demasiado exageradas.