En la reunión de política monetaria de diciembre, la Fed reconoció que la inflación había caído y alertó de que se podían descartar nuevas subidas de las tasas de interés. Además, pronosticó que las tasas de interés bajarían hasta el 4,6% en 2024, suponiendo un recorte acumulado de las tasas de 0,75 puntos porcentuales. Tres recortes de 25 puntos básicos cada uno.
Además, las esperanzas de que China introduzca medidas adicionales para estimular la demanda de consumo y el crecimiento económico impulsaron al AUD/USD de nuevo hacia 0,6800.En cuanto a Australia, el Banco de la Reserva de Australia también mantuvo en diciembre los tipos de interés en el 4,35%, su nivel más alto en 12 años, para calibrar la salud de la economía y decidir si endurece la política monetaria el año que viene.
Sin embargo, el planteamiento de los responsables políticos, que se basa en los datos económicos, mantiene vivas las esperanzas de otra subida de tasas si los datos de inflación del cuarto trimestre, cuando se publiquen a finales de enero, superan las expectativas.
Junto con una actividad económica más fuerte y el aumento de los precios inmobiliarios, los riesgos al alza de la inflación podrían hacer que el RBA volviera a una política agresiva de subidas de tasas en febrero o marzo de 2024.
Por otra parte, las expectativas de que, gracias a los esfuerzos de estímulo del Gobierno chino, el crecimiento económico del país se acelere pueden proporcionar cierto apoyo a las divisas de las antípodas, incluido el dólar australiano.
Se espera que el crecimiento del PIB chino se acerque al objetivo del 5,5% en 2023 gracias al aumento del gasto de los consumidores, que creció un 6,8% en los tres primeros trimestres del año, en comparación con el mismo periodo del año anterior. El nuevo gasto de las empresas del sector privado en 2024 podría apoyar a la economía china.
En cuanto a Estados Unidos, aunque la Reserva Federal ha señalado que pueden descartarse nuevas subidas de tasas, tampoco se producirán recortes de tasas por el mero hecho de recortarlas en ausencia de pruebas reales de una ralentización de la economía.
De hecho, la mayor economía del mundo creció a una tasa anualizada del 4,9% en el tercer trimestre. En un contexto de fuerte gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadounidense, no es probable que este impulso disminuya pronto.
A pesar de la subida de las tasas de interés en más de 500 puntos básicos a partir de marzo de 2022, el consumo estadounidense se ha mostrado sorprendentemente resistente.
Esto hace esperar que, al no hundir la economía en la recesión, la Fed logre un aterrizaje suave, es decir, una ralentización de la inflación. En consecuencia, los precios actuales del mercado probablemente ya estén en línea para el próximo año, favoreciendo así a los toros del dólar. Esta situación, podría permitir al dólar reanudar la tendencia alcista observada desde julio de 2023 y contener el rally desenfrenado del par AUD/USD.
Pero hasta entonces, el par AUD/USD debería poder alcanzar el objetivo de las previsiones publicadas el 4 de diciembre.
Y el posterior movimiento alcista podría elevar el par AUD/USD por encima del nivel psicológico de 0,7000.
Además, las próximas elecciones presidenciales en EE.UU. también pueden desempeñar un papel clave a la hora de influir en la dinámica de precios del dólar estadounidense y en la evolución del par AUD/USD.
Históricamente, los mercados bursátiles tienden a comportarse mal en los meses previos a unas elecciones, pero luego se produce un fuerte repunte una vez que ha pasado el riesgo de un acontecimiento clave.
Esto puede socavar el relativo estatus de refugio seguro del dólar. No obstante, la reacción posterior del mercado dependerá de cómo afecten los resultados de las elecciones a la trayectoria de la política de la Reserva Federal.
Los bancos centrales seguirán dominando en 2024 y aportarán volatilidad al mercado de divisas.