El dólar australiano está perdiendo activamente sus posiciones hoy, reaccionando a los resultados de la reunión de noviembre del RBA. El dólar australiano se vio presionado a pesar de que el regulador rompió una pausa de un mes y subió la tasa de interés en 25 puntos. Se trataba de una decisión ampliamente esperada, por lo que no creó ningún "furor". Toda la atención de los operadores del par aud/usd se centró en la retórica de Michelle Bullock y en la redacción de la declaración que la acompañaba. Y aquí el dólar australiano no logró encontrar ningún apoyo.
Antes de la reunión de noviembre, los expertos estimaban en casi un 100% la probabilidad de una subida de las tasas de interés de 25 puntos. El Banco de la Reserva fue endureciendo gradualmente su retórica con antelación, como si estuviera preparando el terreno para la correspondiente decisión. Las actas agresivas de la reunión de octubre y las correspondientes declaraciones de la gobernadora del RBA y sus adjuntos crearon ciertas expectativas entre los operadores, que hoy estaban plenamente justificadas. Pero, al mismo tiempo, otras expectativas -relativas a nuevas medidas del Banco de la Reserva- no se cumplieron.
En general, las fluctuaciones del precio del par aud/usd antes y después de la reunión reflejan el principio de negociación "comprar con rumores, vender con hechos". El par crecía activamente ante los rumores de que el RBA endurecería aún más la política monetaria (por primera vez desde septiembre, el dólar australiano puso a prueba la cifra de 65). Pero en cuanto los rumores se convirtieron en hechos, el par dio un giro de 180 grados.
Cabe destacar que el dólar australiano sufrió a causa de una sola frase. O mejor dicho, por su ausencia en el texto de la declaración adjunta. El banco central eliminó la frase habitual de que "el regulador puede necesitar un mayor endurecimiento de la política monetaria". En general, esta frase era de carácter rutinario, no conllevaba de facto ningún "mensaje de línea dura". Por el contrario, la supresión de esta frase constituyó una señal pesimista. Este paso provocó una agitación en los precios del par aud/usd (por supuesto, no a favor del dólar australiano).
En lugar de una frase asertiva, el regulador plantea ahora la siguiente pregunta: ¿será necesario un mayor endurecimiento monetario para que la inflación vuelva al objetivo? Y se responde a sí mismo: dependerá de los datos macroeconómicos que vayan llegando y de una evaluación de riesgos cambiante.
En otras palabras, el RBA ha dejado formalmente la puerta abierta a una subida de las tasas de interés, pero dada la eliminación de la frase clave del comunicado final, así como el reciente endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, podemos suponer que el Banco de la Reserva mantendrá una postura de espera en el futuro inmediato (durante las próximas reuniones). Al menos hasta febrero, cuando se celebre la primera reunión de 2024. Para entonces, los miembros del regulador dispondrán de los datos de inflación del cuarto trimestre de 2023, que, al parecer, determinarán la suerte del MPC.
De momento, la opinión predominante en el mercado es que la subida de tasas de noviembre es la última de este ciclo. El Banco Central es muy cuidadoso en la redacción de la declaración adjunta, por lo que el mercado reaccionó de forma bastante razonable ante unos cambios verbales tan significativos. Además, el regulador señaló que el crecimiento económico del país ya se ha ralentizado a su nivel más bajo en dos años (2,1%), y el año que viene se ralentizará aún más (cerca del 1%), debido también al impacto de las altas tasas de interés.
Así, el Banco de la Reserva de Australia subió la tasa de interés al final de la reunión de noviembre, pero al mismo tiempo emitió señales contradictorias en cuanto a las perspectivas ulteriores de endurecimiento del MPC. Puede decirse que el Banco Central no puso ni un punto ni tres, sino más bien un signo de interrogación. A esta pregunta responderá el informe sobre el crecimiento de la inflación en Australia correspondiente al 4º trimestre, pero no se publicará hasta principios del año que viene. Hasta entonces, se publicarán los informes provisionales sobre la inflación de octubre, noviembre y diciembre. Si salen en la zona verde, reflejando una aceleración del IPC, la cuestión de la subida de las tasas volverá a estar en el orden del día y el dólar australiano empezará a recuperar los puntos perdidos. En todos los demás casos, el crecimiento del par aud/usd sólo será posible gracias al debilitamiento del billete verde.
Desde el punto de vista técnico, el par aud/usd se mueve hacia el nivel de soporte de 0,6400, que corresponde a la línea inferior de la nube Kumo en el marco temporal D1. Lo más probable es que los osos vendan este objetivo, así como la siguiente barrera de precios - 0,6370 (línea media de las Bandas de Bollinger en el mismo marco temporal). En este caso, el par se situará entre las líneas media e inferior del indicador de las Bandas de Bollinger, y el indicador Ichimoku formará una señal bajista de "desfile de líneas". Tal combinación indicará la prioridad de las posiciones cortas. Pero dada la debilidad general del billete verde, los vendedores deberían tener cuidado en la zona media de la figura 63 - en esta zona de precios es aconsejable fijar ventas y adoptar una posición de espera.