El par EUR/USD se ha consolidado en la zona de la 4ª cifra. Por el momento, los vendedores intentan superar el nivel de soporte de 1,0450, correspondiente a la línea inferior del indicador de las Bandas de Bollinger en el marco temporal D1. Los osos del par EUR/USD no son tan agresivos como al inicio de la semana, pero siguen mostrando persistencia, lo que refleja el fortalecimiento general del billete verde. Los astros se han alineado a favor del dólar: el crecimiento del sentimiento antiriesgo coincidió con el crecimiento de las expectativas halcones respecto a las nuevas medidas de la Fed y, en consecuencia, con el crecimiento de los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años. Este "Full House" permitió a los alcistas del dólar reforzar sus posiciones en todo el mercado, incluso en el par con el euro, que se ve obligado a seguir a la divisa cotizada.
Los recientes acontecimientos en Estados Unidos no han hecho sino avivar el interés por el dólar como refugio. Nos referimos a las batallas políticas en el Capitolio, que no han amainado durante varias semanas seguidas. Hoy podemos constatar un hecho evidente: el Congreso consiguió evitar un cierre el 1 de octubre (al aprobar un presupuesto temporal hasta el 17 de noviembre), pero no logró evitar una crisis política en la Cámara de Representantes.
Debo señalar que el cargo de Presidente de la Cámara Baja del Congreso se considera el tercero más importante de Estados Unidos (después del Presidente y el Vicepresidente), ya que tiene un poder considerable (determina las prioridades legislativas, decide qué votaciones se presentan ante la Cámara y, en general, determina el curso del proceso legislativo). Su destitución es, por tanto, un acontecimiento no trivial. Baste decir que es la primera vez en la historia que la Cámara de Representantes hace dimitir a su Presidente. Y ocurrió ayer -3 de octubre-, cuando Kevin McCartney perdió su cargo. Fueron necesarios 8 votos de los republicanos, a los que se sumaron todos los demócratas. El resultado fue de 216 votos a favor y 210 en contra. La dimisión la inició el representante de los llamados "trumpistas" (el ala ultraderechista de los republicanos) Matt Gates, porque en su opinión Kevin McCarthy fue a cooperar con la Casa Blanca para evitar un cierre. Gheitz también le acusó de tener acuerdos secretos con Joe Biden para sacar adelante varios proyectos de ley.
Tras la histórica votación, surgió una pregunta justificada: ¿y ahora qué? La pregunta es pertinente, porque en este momento no está claro: ¿tiene el Presidente provisional (que también es republicano) todos los poderes del Presidente permanente, o sólo tiene poderes administrativos? Obviamente, para una legitimidad incuestionable, la Cámara Baja del Congreso necesita celebrar nuevas elecciones. Pero es precisamente ahí donde radica el principal problema.
Permítanme recordarles que el ya mencionado Kevin McCarthy hizo historia en el Congreso al ser elegido Presidente de la Cámara de Representantes a principios de este año por 15 (!) votos. Ahora que las elecciones presidenciales estadounidenses están más cerca, será aún más difícil elegir una figura de compromiso. La Cámara Baja del Congreso está controlada por los republicanos, pero al mismo tiempo los "trumpistas" (son unos 90) adoptan una postura más dura en muchos temas (desde la inmigración hasta cuestiones de política exterior), por lo que están dispuestos a bloquear a cualquier candidato dispuesto a llegar a un compromiso con los demócratas. Si los republicanos "moderados" son capaces de crear una alianza temporal con los demócratas es una cuestión abierta, pero según la mayoría de los analistas políticos, es más probable que no que sí.
Por lo tanto, la amenaza de un cierre se mantiene. Además, los acontecimientos de ayer han aumentado la probabilidad del escenario más negativo. En el contexto de estas acaloradas batallas políticas, el dólar se ha convertido en un refugio seguro muy solicitado.
Otros factores fundamentales no menos importantes apoyan al billete verde, y todos ellos han hecho crecer las expectativas de que la Reserva Federal adopte nuevas medidas. Varios funcionarios de la Fed anunciaron esta semana otra ronda de subidas de las tasas de interés (entre ellos, en particular, Mester y Bauman). Las estadísticas macroeconómicas también estuvieron del lado del dólar. Por ejemplo, el índice ISM manufacturero volvió a mostrar una dinámica alcista (por tercer mes consecutivo), subiendo hasta los 49 puntos (frente a la previsión de una caída hasta los 47,2 puntos). También ayer se supo que el número de vacantes abiertas en EE.UU. hasta el último día laborable de agosto era de 9 millones 600 mil. El indicador se situó en la "zona verde", muy por encima del nivel previsto (8,8 millones) y de la cifra de julio.
Este antecedente informativo contribuyó al crecimiento de las expectativas halconas: según la herramienta FedWatch de la CME, la probabilidad de una subida de tasas de la Fed en noviembre es ahora del 30%, pero en diciembre supera el 40%. Cabe recordar aquí que, tras la publicación del índice PCE subyacente (que reflejó un descenso al 3,9% en agosto), la probabilidad de una subida de las tasas en noviembre cayó por debajo del 20%. Podemos decir que los halcones de la Fed reavivaron las esperanzas de un endurecimiento del Comité de Política Monetaria el mes que viene. Este hecho se reflejó en el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años (que ya se ha acercado al 4,9%), así como en la dinámica de la divisa estadounidense.
Sin embargo, a pesar del trasfondo fundamental favorable para el billete verde, no hay que apresurarse a vender el par EUR/USD. Los osos se acercaron al nivel de soporte de 1,0450 (la línea inferior del indicador de las Bandas de Bollinger en el gráfico diario), pero no lograron superar esta barrera de precios. En estas condiciones, las posiciones cortas parecen arriesgadas. Se recomienda vender en caso de retrocesos correctivos a la zona de 1,0500 - 1,0550 (línea Tenkan-sen en D1). En este caso, el objetivo del movimiento hacia el sur volverá a ser 1,0450.