Hoy, el Banco de Japón ha confirmado una vez más su condición de extraño entre los bancos centrales mundiales. A pesar de la tendencia global de endurecimiento, el BOJ ha decidido mantener tasas de interés ultra bajas.
Sin cambios en el frente japonés
Al final de la semana, los operadores del par USD/JPY están enfocados en la reunión del BOJ. A principios del viernes, el banco central emitió su veredicto sobre el tipo de cambio monetario adicional.
Como era de esperar, el BOJ no presentó una sorpresa agresiva.
El banco central ha mantenido sus lineamientos de política: dejó las tasas de interés en -0,1% y prometió mantener el rendimiento de los bonos a 10 años en torno al 0%.
El BOJ continúa siguiendo la ruta moderada, incluso a pesar del próximo salto en los precios al consumidor. El informe publicado hoy arrojó que en octubre la inflación anual en el país aumentó al ritmo más alto desde 1989.
Este mes, el IPC subyacente saltó al 3,4%, que es significativamente más alto que el objetivo del BOJ, que es del 2%. Sin embargo, el BOJ aún considera insostenible la aceleración de la inflación.
El banco central espera que el crecimiento de los precios al consumidor se desacelere a 1,6% durante los próximos 12 meses, aunque ha elevado su pronóstico de inflación para el año fiscal en curso.
Según estimaciones del BOJ, el IPC se mantendrá en torno al 2,9 % hasta marzo de 2023, cifra significativamente superior a la estimación anterior del 2,3 %.
Otro argumento a favor de mantener una política monetaria blanda del BOJ es la lenta recuperación de la economía tras la pandemia del COVID-19.
Ahora al banco central le preocupa que un aumento total de las tasas de interés en el mundo pueda desencadenar una recesión mundial, lo que afectaría negativamente el estado de la ya frágil economía japonesa.
Ante este riesgo, el BOJ redujo drásticamente su pronóstico de crecimiento económico para el año fiscal en curso. Ahora, el banco central espera que el PIB no aumente un 2,4 %, como antes, sino solo un 2 %, seguido de una desaceleración al 1,9 %.
Estas perspectivas sombrías son el principal obstáculo del BOJ en el camino hacia la normalización de su política monetaria. Obliga al BOJ a adoptar una posición moderadamente suave, lo que condena al yen a una mayor depreciación.
¿Qué está pasando con el JPY ahora?
Este año, el yen está experimentando la peor caída en casi todas las direcciones de la historia, pero sobre todo frente al dólar. Desde enero, debido a la fuerte divergencia monetaria de Japón y Estados Unidos, el tipo de cambio del JPY ha caído frente al USD en más de un 20%.
A diferencia del BOJ, la Reserva Federal se ha embarcado en un camino agresivo este año y ha superado significativamente a otros bancos centrales en términos de aumentos de tasas.
Para frenar la inflación récord en el país, los políticos estadounidenses ya han aumentado las tasas de interés cinco veces durante el año y se están preparando para realizar otra ronda de aumentos la próxima semana.
Ahora los mercados esperan que en noviembre la Fed vuelva a aumentar el indicador en 75 pb, lo que es un excelente impulsor para el dólar, especialmente en par con el yen.
Sin embargo, al mismo tiempo, la mayoría de los operadores creen que para diciembre, el banco central de EE. UU. puede reducir la tasa de ajuste a 50 pb, ya que la economía estadounidense comienza a mostrar signos de desaceleración.
El surgimiento de especulaciones sobre la política menos dura de la Fed hizo que el dólar se debilitara drásticamente en todos los frentes durante este período de siete días, incluso frente al yen.
Recordemos que la semana pasada el dólar alcanzó un nuevo máximo de 32 años en relación con el yen, acercándose a la marca de 152. Desde entonces, el par USD/JPY ha caído casi un 4%.
En parte, la posición del dólar se vio socavada por dos ciclos de intervenciones, que se supone que Japón realizó en apoyo del yen. Pero la principal presión sobre el dólar aún la ejercían las mayores expectativas de una desaceleración en el ritmo de aumento de las tasas en Estados Unidos.
Ahora que el par USD/JPY ha recibido otro poderoso impulso del BOJ, los analistas esperan que vuelva a crecer.
En el momento de la preparación del material, el yen realmente se movió hacia la zona roja y cayó frente al dólar en un 0,35%. Según los expertos, a corto plazo, la caída del yen puede acelerarse significativamente.
Los recuerdos del mes pasado todavía están vivos en la mente de muchos, cuando los comentarios moderados del presidente del BOJ, Haruhiko Kuroda, provocaron un fuerte debilitamiento del yen. Y apenas media hora después de que Kuroda terminara su discurso, el Ministerio de Finanzas japonés llevó a cabo la primera intervención monetaria en 24 años.
Algunos analistas no descartan que en un futuro cercano el mercado pueda tener un un déjà vu.
Si los alcistas del dólar se desatan nuevamente, lo más probable es que el gobierno japonés no dude durante mucho tiempo y presione el botón rojo.