El euro nunca consiguió mostrar una corrección al alza frente al dólar, aunque se daban todas las condiciones previas. La libra pasó por las órdenes de stop de los vendedores, pero luego volvió la presión sobre el instrumento comercial.
Si hablamos de los datos fundamentales de la eurozona, de los que ayer hubo un sinfín, destacamos el informe de la tasa de desempleo alemana, que se mantuvo sin cambios en septiembre de este año. Según los datos de la Agencia Federal de Trabajo, la tasa de desempleo en septiembre se mantuvo en torno al 5,5%, mientras que se esperaba que bajara al 5,4%. El número de desempleados bajó en 30.000 en septiembre con respecto a agosto, mientras que los economistas preveían un descenso de 33.000. De acuerdo con las estimaciones de los expertos, el mercado de trabajo seguirá recuperándose con fuerza, ya que el subempleo disminuye considerablemente. En cuanto a la tasa de desempleo global de la eurozona, descendió ligeramente en agosto. Los datos siempre llegan con un mes de retraso. El informe de Eurostat mostró que la tasa de desempleo bajó al 7,5% en agosto, desde el 7,6% de julio. Los datos coincidieron con las previsiones de los economistas. El número de desempleados bajó en 261.000, hasta los 12,162 millones, en agosto. El desempleo se redujo en 1,861 millones de personas con respecto al año anterior.
Ayer también se publicaron varias cifras de inflación en los países de la eurozona. El informe sobre Francia llamó la atención. Aunque de forma preliminar, el índice de precios al consumo de Francia subió en septiembre a su nivel más alto en casi tres años. En septiembre, la inflación de los precios al consumo se disparó hasta el 2,1%, desde el 1,9% de agosto, justo por debajo de las previsiones de los economistas, que apuntaban a un 2,2%. La inflación armonizada con la UE aumentó al 2,7% desde el 2,4% del mes anterior. El aumento de la inflación se debió principalmente a un incremento de los precios de los servicios y la energía.En Italia, la inflación también subió en septiembre por razones similares. Según las estadísticas preliminares del Istat, los precios de consumo aumentaron en septiembre a un ritmo anual del 2,6%, tras un incremento del 2,0% en agosto. Los economistas habían previsto un aumento del 2,4%. En términos mensuales, los precios de consumo cayeron un 0,1% en septiembre, mientras que los economistas esperaban un descenso del 0,3%. La inflación subyacente, que excluye las categorías de productos volátiles, subió al 1,1%, lo que en general deja un amplio margen de maniobra al banco central si es necesario.
Con respecto a Italia, el Primer Ministro Mario Draghi ha declarado esta semana que considera que las normas fiscales de la Unión Europea están "obsoletas", ya que el presupuesto prevé un nuevo crecimiento del déficit muy por encima del límite máximo. Conforme al primer plan presupuestario anual revelado por Draghi, es evidente que muchos funcionarios esperan que el déficit se reduzca al 2,1% en 2024. Hasta entonces, sin embargo, el gobierno italiano tiene previsto seguir superando el nivel del 3%, que fue utilizado como advertencia por la UE incluso antes de la crisis del coronavirus.
En cuanto a Alemania, una de las potencias de la UE, la inflación de los precios al consumo también se aceleró en septiembre hasta su nivel más alto en casi 30 años. El salto se debió a la escasez de suministros en varias categorías de productos. El informe indica que el índice de precios al consumo subió al 4,1% en septiembre, desde el 3,9% de agosto, el más alto desde diciembre de 1993. No sin razón, el informe del Bundesbank, del que hablé con más detalle a principios de esta semana, planteó su preocupación al respecto. Se prevé que la inflación aumente hasta el 4,2%. La inflación armonizada según las normas de la UE fue del 4,1%.
Al parecer, la actual aceleración de la inflación en muchos países europeos no pasará desapercibida para el Banco Central Europeo y le presionará más en el debate de diciembre sobre cómo seguir con el actual programa de compra de activos el próximo año. Cabe recordar que Christine Lagarde se ha mostrado muy contundente esta semana sobre el ritmo de la recuperación económica y el consiguiente aumento de la inflación, pero hasta el momento no hay motivos de preocupación en su opinión. Los economistas aún esperan que algunos factores singulares desaparezcan a principios del año que viene, pero el reciente aumento de los precios de la energía, así como los actuales problemas de la cadena de suministro, seguirán ejerciendo una fuerte presión sobre el índice general.
En cuanto a las estadísticas fundamentales de Estados Unidos, las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo del Departamento de Trabajo subieron inesperadamente, en contra de todas las expectativas. El aumento continúa por tercera semana consecutiva. Las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo ascendieron a 362.000 en el periodo que finalizó el 25 de septiembre, lo que representa un aumento de 11.000 respecto a la semana anterior. El aumento sorprendió a los economistas, que esperaban que las solicitudes de subsidio de desempleo bajaran a 335.000. Este moderado aumento de las solicitudes de subsidio de desempleo no ejercerá aún ninguna presión importante sobre la Reserva Federal, que ya informó la semana pasada de que los objetivos del mercado laboral para alcanzar sus niveles aceptables casi se han cumplido. Después de otro brote de coronavirus en EE.UU. y su progresivo debilitamiento, parece probable que el indicador vuelva a su trayectoria descendente en un futuro próximo, ya que la economía retomará su actividad y crecimiento.
No menos interesante fue el informe de crecimiento económico de Estados Unidos correspondiente al segundo trimestre de este año. Según el Departamento de Comercio de Estados Unidos, el producto interior bruto creció un 6,7% en el segundo trimestre, frente al salto del 6,6% revelado anteriormente. Los economistas esperaban que el PIB se mantuviera sin cambios. El crecimiento del PIB del segundo trimestre, revisado al alza, refleja una aceleración moderada respecto al fuerte salto del 6,3% registrado en el primer trimestre. El mayor crecimiento del gasto de los consumidores, la recuperación de las exportaciones y el aumento de la inversión han propiciado la revisión al alza.
Y para terminar con las estadísticas fundamentales, es difícil no mencionar los datos de MNI Indicators, que muestran un frenazo de la actividad empresarial en Chicago. El Barómetro Empresarial de Chicago bajó a 64,7 puntos en septiembre, tras caer a 66,8 puntos en agosto. No obstante, un valor superior a 50 puntos indica crecimiento, aunque no tan fuerte como en el periodo de verano. Los economistas esperaban que el barómetro empresarial cayera a 65,0 puntos.
En cuanto al panorama técnico del par EURUSD, al observar el gráfico, los osos rompieron sin muchos problemas el nivel de 1,1571 en el segundo intento, lo que no hizo más que ejercer más presión sobre el instrumento comercial y abrir una ruta directa hacia los mínimos de 1,1540 y 1,1510. Sólo se podrá hablar de frenar el mercado bajista cuando los toros se consoliden con seguridad por encima de las medias móviles y consigan también tomar el control de la resistencia de 1,1605. Superar ese rango seguramente provocará un fuerte salto en los activos de riesgo hacia los máximos de 1,1645 y 1,1670.