El Banco Central Europeo anunció ayer oficialmente la revisión de su política monetaria, introduciendo un nuevo objetivo de inflación. Este es un evento muy esperado que se suponía que iba a ocurrir a principios del año pasado, pero el coronavirus ha hecho sus propios ajustes a los planes del regulador.
La nueva estrategia del BCE no sorprendió a los participantes del mercado. La información relevante sobre la decisión se filtró a la prensa incluso antes del discurso de ayer de Christine Lagarde. Así que cuando la presidenta del BCE confirmó los rumores, el euro reaccionó con crecimiento, incluso en el par con la moneda estadounidense. El Banco Central Europeo no presentó sorpresas decepcionantes adicionales, por lo que los compradores de EUR/USD pudieron organizar una corrección al alza, a pesar de que la noticia en sí es naturalmente "moderada".
Cabe recordar que la política anterior del BCE proporcionaba un índice de referencia bastante flexible para la inflación, que se suponía que estaba ligeramente por debajo de la marca del 2%, pero según la nueva estrategia, el nivel objetivo se fijó estrictamente en el 2%. Al mismo tiempo, el regulador europeo insinúa la posibilidad de un "período de transición", durante el cual la inflación puede superar moderadamente el objetivo. Esto significa que puede superar el objetivo del 2% en determinadas condiciones y no implicará la adopción de represalias inmediatas.
Hay consecuencias obvias de implementar esta estrategia. La nueva estrategia permitirá al regulador europeo mantener los parámetros actuales de política monetaria incluso ante un aumento de la inflación en la UE. En la práctica, el comportamiento del BCE no cambiaría en ningún caso en un futuro próximo, dada la ralentización del crecimiento inflacionario. La última publicación sobre el crecimiento del índice de precios al consumidor en la eurozona salió en la "zona roja". El índice general se desaceleró en junio, alcanzando el 1,9% tras el crecimiento de mayo al 2%. Al mismo tiempo, el índice pivote resultó ser del 0,9% después del crecimiento anterior al 1%.
Si hablamos de perspectivas a más largo plazo, se puede concluir claramente que un aumento en la tasa clave es incluso menos probable ahora, en comparación con pronósticos anteriores. La mayoría de los analistas creen que el BCE no lo subirá antes de la segunda mitad de 2024. Vale la pena señalar que, según el pronóstico mediano de la Fed, el regulador de EE. UU. podría aumentar la tasa a partir de 2023, dos veces.
En general, la descorrelación de las posiciones del BCE y la Fed es cada vez más fuerte. Este hecho servirá como el principal impulsor del par EUR/USD. Pero se puede decir que los estadounidenses se adelantaron a los acontecimientos en este sentido. A finales de agosto de 2020, la Fed revisó su estrategia de política monetaria, volviéndose más "tolerante" con el aumento de la inflación. La estrategia actualizada del Banco Central de EE. UU. también permite al regulador mantener las tasas base en el nivel mínimo histórico actual durante más tiempo. Esto significa que la Reserva Federal acordó tolerar la inflación en un nivel superior al 2% (sin ajustar los parámetros de política monetaria) en el verano de 2020. Este hecho ejerció mayor presión sobre el dólar estadounidense, incluso en par con el euro.
Sin embargo, los operadores del EUR/USD recibieron con bastante calma la nueva estrategia del BCE ayer. El par no abandonó el nivel de 1,18 a pesar de la volatilidad intradía, continuando operando en el rango de 1,1780-1,1900. Esto se debe en parte al hecho de que la decisión del BCE fue un evento ampliamente esperado que se debatió en el entorno de los expertos durante mucho tiempo. Además, todos los parámetros de la nueva estrategia coincidieron con los pronósticos; este hecho también jugó un papel. En tercer lugar, el Banco Central Europeo ha ajustado su objetivo de inflación a medio plazo a un cierto valor, elevándolo al 2% (solo permitiendo un sobrepaso a corto plazo de este objetivo), mientras que la Fed definió de forma bastante vaga las "líneas rojas" el año pasado.
Había varios escenarios entre los analistas en ese momento, incluidos los peores para el dólar estadounidense; por ejemplo, algunos estrategas cambiarios asumieron que el regulador "toleraría" una inflación del 3% manteniendo las tasas en un nivel bajo.
Todos estos factores permitieron a los operadores del par EUR/USD buscar una corrección inmediatamente después del anuncio de la decisión del BCE. Sin embargo, ¿puede este factor fundamental servir como motivo para un aumento de precios a gran escala? En mi opinión, no. La falta de correlación real entre las posiciones de la Fed y el BCE no ha desaparecido, ejerciendo una presión de fondo sobre el par. Después de los resultados de la reunión de junio, la Reserva Federal de EE. UU. endureció significativamente su retórica, brindando un apoyo significativo a la moneda estadounidense. Al mismo tiempo, la mayoría de los representantes del BCE continúan expresando una retórica "moderada", tanto en el contexto de las perspectivas de la EC como en el contexto de las perspectivas de un aumento de las tasas de interés.
En este caso, los retrocesos correctivos del par EUR/USD aún se pueden utilizar para abrir posiciones cortas con el primer objetivo de 1,1800. Si hablamos de perspectivas a más largo plazo, el objetivo principal (nivel de soporte) del par es el nivel de 1,1750, la línea inferior del indicador de las Bandas de Bollinger en el gráfico diario.