Los índices estadounidenses cayeron el pasado viernes, y al mismo tiempo cerraron a un mínimo histórico desde el 30 de octubre de 2020.
Parece que el sentimiento del mercado se vio afectado por los próximos planes de Joe Biden para apoyar la economía de Estados Unidos, así como por los informes trimestrales de los grandes bancos. El estímulo por valor de 1,9 billones de dólares propuesto por Biden incluye pagos directos a los residentes de Estados Unidos, un aumento de las prestaciones por desempleo y un aumento del salario mínimo.
Los expertos sostienen que los incentivos adicionales pueden impulsar la economía hasta que las vacunas COVID-19 devuelvan a la población a los niveles de vida previos a la cuarentena y provoquen una recuperación masiva a fines de 2021. Sin embargo, existen riesgos que persisten, uno de los cuales es la posibilidad de que Biden enfrente serios obstáculos para obtener la aprobación de dichos gastos tangibles. Además, las preocupaciones sobre posibles aumentos de impuestos podrían limitar el margen del mercado para un mayor crecimiento.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, también señaló que es demasiado pronto para hablar sobre cambios en la política monetaria. Dijo que hasta la fecha, el mercado laboral estadounidense aún está lejos de una recuperación total.
Aparte de eso, las estadísticas publicadas el viernes indicaron que las ventas minoristas en Estados Unidos volvieron a caer en diciembre, contrariamente a la estabilidad esperada por los analistas.
La confianza del consumidor también cayó a 79,2 puntos en enero, muy por debajo de la caída proyectada por muchos economistas.
Pero en términos de producción industrial, los datos aumentaron un 1,6% en comparación con noviembre, el ritmo más rápido desde julio. Los expertos pensaron que solo aumentaría un 0,5%.
En el contexto de tan diversa noticia, el pasado viernes el Dow Jones Industrial Average cayó un 0,57% y cerró en 30814,26 puntos. El S&P 500, mientras tanto, perdió un 0,72% y alcanzó los 3768,25 puntos. En cuanto al compuesto NASDAQ, cayó un 0,87% y se detuvo en 12998,50 puntos. Con todo, el DJIA perdió un 0,9%, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq perdieron un 1,5%.
Con respecto a los bancos estadounidenses, las acciones de JPMorgan Chase cayeron un 1,8%, a pesar de reportar el mayor ingreso neto el último trimestre, que superó incluso las previsiones más descabelladas de los analistas.
Las acciones de Citigroup también cayeron un 6,9%, incluso en medio de una ganancia neta superior a la esperada el último trimestre. Esto puede deberse a que los ingresos no alcanzan las previsiones.
Las acciones de Wells Fargo también disminuyeron un 7,8%, aunque su beneficio superó las expectativas el trimestre pasado. Los ingresos, por otro lado, al igual que CItigroups, resultaron más débiles que las previsiones del mercado.
Mientras tanto, Exxon Mobil Corp perdió un 4,8%. Los expertos creen que esto puede deberse al inicio de una auditoría por parte de la SEC estadounidense contra Exxon. La culpa fue la información recibida de que Exxon Mobil Corp sobrestimó sus activos de petróleo y gas en la Cuenca Pérmica.
Las acciones de algunas aerolíneas también cayeron el viernes. Por ejemplo, las acciones de United Airlines Holdings perdieron un 5,2%, mientras que American Airlines Group perdió un 4,1%.