El mayor temor de que la política comercial agresiva de Estados Unidos lleve a una fuerte desaceleración en el crecimiento de la economía global tiene un efecto negativo en la confianza de los inversores en todo el mundo.
"La probabilidad de que Estados Unidos introduzca nuevos aranceles o tome medidas regulares para restringir el comercio con otros países. Las prácticas comerciales en las que encuentran incrementos injustos. No solo China y México, sino también la India e incluso Japón pueden convertirse en los próximos objetivos de Washington", dijo el economista jefe de la Corporación Nacional de Petróleo, Gas y Metales de Japón, Takayuki Nogami.
"El optimismo sobre la reanudación del crecimiento global liderado por China en los primeros meses del año fue un error", dijo el estratega de Morgan Stanley, James Lord.
Según algunas estimaciones, la capitalización de los mercados bursátiles del mundo se derrumbó en casi $5 billones el mes pasado.
Los mercados mostraron el peor resultado para mayo desde 2019, cuando las bolsas estadounidenses experimentaron un desplome del 10 por ciento, que pasó a la historia como un "desplome repentino".
"La conclusión de un acuerdo comercial entre Washington y Pekín parece poco probable en un futuro cercano, y en el corto plazo, el riesgo de una caída en el índice S&P 500 está aumentando porque el mercado no ha bajado realmente", dijo RBC Capital Markets, Lori Kalvasina.
"Si no se lleva a un acuerdo, solo la Fed podrá salvar la situación aliviando la tasa monetaria", creen los expertos de Merian Global Investors.
Aparentemente, el regulador se enfrenta a una tarea bastante difícil: por un lado, es necesario demostrar la independencia, y por otro lado, uno no puede subordinar su política a las fluctuaciones del mercado en el mercado de valores. Es posible que el Banco Central se adhiera a un enfoque paciente del último.
Mientras tanto, el mercado de futuros sobre la tasa de la Reserva Federal ya está estableciendo en las cotizaciones tres caídas en septiembre, diciembre de 2019 y marzo del próximo año.
Debe reconocerse que la intensificación de la guerra comercial se debe a razones objetivas, como los desequilibrios acumulados a lo largo de las décadas en el comercio mundial y en el mercado global de deuda. Se supone que la situación continuará deteriorándose en general. Los acuerdos que ya se han alcanzado serán cuestionados y, como resultado, surgirán nuevas disputas.
A medida que la guerra comercial se convierte en una realidad a largo plazo, ahora tiene sentido prestar atención a los activos con demanda universal o débil dependencia de los aranceles entre Estados Unidos y China.
En particular, los estrategas del banco de inversiones JP Morgan Chase recomiendan aumentar las posiciones largas en el yen, que actúa como un activo defensivo y le permite protegerse contra la recesión económica mundial.
Además del yen, les aconsejan elegir el franco suizo como moneda de refugio seguro.
Según los expertos del banco, el franco demuestra una mejor dinámica que el yen. La probabilidad estadística de su fortalecimiento en este momento es mayor frente al debilitamiento de la política monetaria de la Reserva Federal.
La cartera de divisas "defensiva" recomendada por los estrategas de JP Morgan Chase implica no solo vender el dólar frente al yen, sino también posiciones cortas en los pares EUR/JPY, GBP/JPY y EUR/USD.