EUR/USD. Tendencia bajista y perspectivas de paridad

El par EUR/USD se encuentra en una tendencia bajista pronunciada desde el pasado viernes, cuando se publicaron las nóminas no agrícolas de noviembre. Al observar el gráfico semanal, podemos ver que cada día de negociación desde el 6 de diciembre cerró en tono negativo, incluso si durante el día los compradores mostraban actividad y actualizaban el máximo local. Los repuntes de precios fueron utilizados por los operadores como una oportunidad para abrir posiciones cortas, amortiguando así los impulsos alcistas.

Sin embargo, si observamos un período de tiempo más amplio, podemos confirmar que el par se encuentra en una tendencia bajista desde finales de septiembre y no desde la semana pasada. Hace casi dos meses, los compradores del par EUR/USD probaron la cifra 12, pero luego el precio giró 180 grados y en solo siete semanas cayó casi 900 puntos, alcanzando el 1,0334 a finales de noviembre (el nivel de precio más bajo desde noviembre de 2022). Luego siguió una prolongada corrección de dos semanas, que de facto terminó el pasado viernes, cuando en EE. UU. se publicaron datos clave del mercado laboral. Los Informes de inflación publicados esta semana brindaron un apoyo adicional a los vendedores del par EUR/USD, en un contexto de resultados poco claros de la reunión de diciembre del BCE. El último acto en esta situación lo interpretará la Reserva Federal, que celebrará su última reunión del año la próxima semana.

¿Qué nos dice esta retrospectiva? En primer lugar, que el par aún está en una tendencia bajista (casi 1000 puntos en dos meses). Por lo tanto, cualquier retroceso considerable de precios debe considerarse una oportunidad para abrir posiciones cortas. La segunda conclusión es más prosaica: el nivel de paridad sigue siendo el objetivo principal de los bajistas del par EUR/USD. Además, el panorama fundamental del par se está configurando gradualmente a favor de este escenario.

Del lado del dólar están la inflación, el mercado laboral y el PIB de EE. UU. Del lado del euro están los riesgos geopolíticos y el crecimiento salarial en los países de la eurozona. Todo esto apunta a una posible divergencia de las políticas de la Fed y del BCE. De hecho, este factor fundamental es el «ancla» más pesado para el par EUR/USD.

Hoy en día, se puede decir con certeza que en 2025 la Reserva Federal ralentizará el ritmo del flexibilización de su política monetaria. Casi todos los representantes del regulador estadounidense (entre aquellos que han expresado su posición en las últimas semanas) han considerado esta posibilidad. El mercado ha «escuchado» estas señales: actualmente, los operadores evalúan la probabilidad de una pausa en la reunión de enero de la Fed en casi un 80% (según los datos de la herramienta CME FedWatch). Las perspectivas futuras siguen siendo inciertas, pero en el contexto de los resultados de «paloma» de la reunión de diciembre del BCE, incluso una pausa en enero (hipotética) respalda a los bajistas del par EUR/USD.

Por su parte, el Banco Central Europeo no fue un aliado de la moneda única: contrariamente a los pronósticos de algunos analistas, no recurrió al escenario de 50 puntos. Al reducir las tasas en 25 puntos básicos, el BCE señaló una recuperación económica más lenta (de lo que se esperaba anteriormente), al mismo tiempo que redujo el pronóstico de crecimiento del PIB de la eurozona para 2024 al 0,7% (desde el 0,8% esperado en septiembre). Además, el Banco Central reaccionó con calma al repunte de la inflación en la eurozona en noviembre. En la conferencia de prensa, Christine Lagarde afirmó que el BCE «aún no está listo para declarar victoria sobre la inflación», pero expresó su confianza en que los indicadores principales se están moviendo hacia el objetivo a medio plazo.

Además, la presidenta del BCE no anunció una pausa en la reducción de las tasas, limitándose a la frase estándar de que todo dependerá de los datos que se reciban. Al mismo tiempo, Lagarde reconoció que los miembros del Consejo discutieron en la reunión de diciembre la posibilidad de reducir las tasas en 50 puntos básicos.

Otro punto: el Banco Central Europeo eliminó del comunicado la frase que indicaba que el regulador mantendría las tasas en niveles suficientemente restrictivos «durante el tiempo que sea necesario para lograr este objetivo». La eliminación de esta formulación también indica que el BCE planea flexibilizar su política monetaria a un ritmo moderado en 2025 (al menos en la primera mitad del próximo año), a pesar de la «resistencia» de los indicadores de inflación.

Por lo tanto, el contexto fundamental existente favorece una mayor caída del par EUR/USD. Los objetivos bajistas son 1,0430 (línea inferior del indicador de las Bandas de Bollinger en el marco temporal D1) y 1,0380 (línea inferior de las Bandas de Bollinger en el marco temporal W1). Para avanzar hacia el nivel 1,0300 y más allá, hacia la paridad, se necesita un impulso informativo adicional, un evento significativo. Por ejemplo, si la Fed considera (aunque sea hipotéticamente) un aumento de tasas el próximo año.

Cabe recordar que Mary Daly, presidenta de la Fed de San Francisco, recientemente mencionó esta posibilidad si la inflación en EE. UU. comienza a acelerarse. Además, ningún representante de la Fed ha comentado aún los Informes de noviembre sobre el crecimiento del IPC y del PPI (que reflejaron una aceleración de la inflación), debido al «período de silencio» antes de la reunión de la Fed. Por lo tanto, los resultados de la reunión de diciembre (que se conocerán el 18 de diciembre) pueden brindar un apoyo significativo al dólar si los miembros del regulador estadounidense endurecen sustancialmente su retórica (lo que es probable, dado el repunte de la inflación subyacente en EE. UU. y su estancamiento en niveles elevados).

De este modo, los retrocesos del par EUR/USD se deben utilizar para abrir posiciones cortas con un primer objetivo en 1,0430 y un objetivo principal en 1,0380.