Los altos precios y la disponibilidad de crédito afectan al mercado hipotecario estadounidense

El euro y la libra esterlina intentaron algo, pero les salió bastante mal. Ayer los activos de riesgo estuvieron todo el día perdiendo posiciones en el par con el dólar estadounidense. Ni siquiera los débiles datos estadounidenses, que sorprendieron a bastantes economistas por sus malos indicadores, ayudaron en esta situación.

Según los datos, las ventas de viviendas nuevas en EE.UU. cayeron en mayo de este año, ya que los altos precios y las tasas hipotecarias son cada vez más inasequibles para una amplia gama de compradores.

Las ventas de nuevas viviendas privadas cayeron un 11,3% hasta una tasa anualizada de 619.000 el mes pasado, el ritmo más lento desde noviembre de 2023. La cifra se situó por debajo de todas las estimaciones de los economistas, que habían previsto un aumento del 3,0%.


Según los expertos, el ritmo de ventas se sitúa ahora cerca de la parte inferior del intervalo observado durante el año pasado, lo que indica un desvanecimiento del impulso en medio de la falta de disponibilidad de crédito. Las tasas hipotecarias, aunque bajaron por debajo del 7% a mediados de junio por primera vez desde finales de marzo, siguen siendo más del doble de los niveles observados a finales de 2021.

Los elevados precios también están desanimando a muchos compradores. El precio medio de venta de una vivienda nueva cayó un 0,9% respecto a hace un año, hasta 417.400 dólares, en mayo. Al mismo tiempo, el número de viviendas disponibles subió a 481.000, todavía el más alto desde 2008.

Los grandes constructores intentan combatir el problema de la asequibilidad bajando por su cuenta las tasas hipotecarias para los clientes u ofreciendo incentivos de precios. Gracias a esta estrategia, los constructores siguen teniendo un gran número de pedidos que atender.

A pesar de todo, los expertos creen que a largo plazo seguirá habiendo escasez de viviendas nuevas en Estados Unidos. Mientras tanto, la oferta de viviendas de segunda mano sigue estando muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, lastrada por los elevados costes de los préstamos, que disuaden a los vendedores de sacar sus propiedades al mercado.

A pesar del pobre informe, los operadores lo ignoraron por completo, centrándose en los datos del PIB de hoy. Hacia la hora del almuerzo se publicará la estimación final de la tasa de crecimiento del PIB estadounidense del primer trimestre de este año, que se espera que se revise al alza del 1,3% al 1,4%. Esto podría tener un impacto positivo en el dólar estadounidense, que reforzaría su tendencia alcista frente a los activos de riesgo.

En cuanto al panorama técnico actual del par EUR/USD, ahora los compradores deberían pensar en cómo tomar el nivel de 1,0700. Sólo esto permitirá apuntar a la prueba de 1,0735. Desde allí es posible subir a 1,0760, pero será bastante problemático hacerlo sin el apoyo de los grandes jugadores. El objetivo más lejano será el máximo de 1,0790. En caso de que el instrumento comercial baje sólo alrededor de 1,0670, espero alguna acción seria de los grandes compradores. Si no hay nadie, sería bueno esperar una actualización del mínimo de 1,0630, o abrir posiciones largas desde 1,0600.

En cuanto al panorama técnico actual del par GBP/USD, los compradores de la libra deben tomar la resistencia más cercana a 1,2645. Sólo esto permitirá apuntar a 1,2670, por encima de la cual será bastante problemático superarla. El objetivo más lejano será la zona de 1,2700, tras la cual podemos hablar de una subida más brusca de la libra hasta 1,2730. Si el par cae, los osos intentarán tomar el control de 1,2610. Si lo consiguen, una ruptura del rango asestará un duro golpe a las posiciones de los alcistas y empujará al par GBPUSD al mínimo de 1,2580 con la perspectiva de alcanzar 1,2550.