La bajada de los tipos de interés en la eurozona está predeterminada

El euro y la libra mostraron fuertes ganancias el viernes pasado, pero el potencial alcista de la divisa europea fue limitado, ya que tenemos por delante una reunión del Banco Central Europeo en la que está claramente predeterminado un recorte de los tipos de interés.

Por primera vez en dos décadas, el regulador puede iniciar un ciclo de relajación de la política monetaria sin verse obligado por una emergencia económica. Pero a pesar de la calma exterior, como mostraban los mismos datos del viernes, la economía de la región empieza a enfrentarse a un nuevo aumento de las presiones sobre los precios que aún no se ha superado del todo. A este problema se suma el hecho de que el crecimiento económico se ha visto ensombrecido por el buen comportamiento de EE.UU. y el auge de China, lo que se traduce en una débil productividad y unas finanzas públicas hinchadas en los principales países de la eurozona.

Por cierto, hoy se publicará una serie de datos sobre la actividad del sector manufacturero en los países de la eurozona, y los economistas no esperan nada bueno de estas cifras, especialmente en Alemania.

El hecho de que, en un futuro próximo, EE.UU. siga luchando más ferozmente contra China por la supremacía económica ejerce aún más presión sobre la eurozona y su economía. La brecha del PIB potencial de la eurozona se sitúa ahora en torno al 18%, lo que es bastante grave. Según Bloomberg Economics, la brecha entre las economías de Europa y Estados Unidos ha alcanzado un nivel del 18% del PIB desde el año 2000, lo que equivale a más de 3 billones de euros. Los expertos creen que en 2050 el déficit alcanzará casi el 40%.

En este contexto, el giro de la eurozona hacia una bajada de tipos por parte del BCE parece bastante razonable. Pero los datos de inflación del viernes ya hablan de todo lo contrario. El aumento de las presiones sobre los precios después de un periodo tan confiadamente a la baja no constituye aún realmente un problema. Por otra parte, mucha gente ha estado diciendo que el repunte inflacionista en EE.UU. podría extenderse a la eurozona, que es lo que estamos viendo ahora. Esto atará definitivamente las manos del regulador en la próxima reunión y retrasará las perspectivas futuras de recortes de los tipos de interés.

Por esta razón, no es de extrañar que el diferencial entre los bonos italianos y sus equivalentes alemanes, un indicador clave de riesgo, aunque se redujo a un mínimo de dos años a principios de 2024, ahora esté de nuevo al alza, ya que los inversores evalúan cuántas veces el BCE puede recortar los tipos de interés.

En este contexto, la reunión del Consejo de Gobierno de esta semana es un momento bastante importante no sólo para el mercado de divisas, sino para la economía en su conjunto. Un retraso llevaría las tasas de crecimiento del PIB a un callejón sin salida aún mayor. Por el contrario, una política más activa de recortes de tipos podría impulsar la inflación. En general, el BCE no se encuentra en una buena posición en estos momentos, por lo que la demanda de activos de riesgo seguirá siendo bastante contenida.

En cuanto al panorama técnico actual del par EUR/USD, el euro mantiene posibilidades de crecimiento. Ahora los compradores deben pensar en tomar el nivel de 1,0860. Sólo esto permitirá apuntar a la prueba de 1,0890. Desde allí es posible subir a 1,0920, pero será bastante problemático hacerlo sin el apoyo de los grandes jugadores. El objetivo más lejano será el máximo de 1,0945. En caso de que el instrumento de comercio disminuya sólo alrededor de 1,0830, espero alguna acción seria de los grandes compradores. Si no hay nadie, sería bueno esperar una actualización del mínimo de 1,0810, o abrir posiciones largas desde 1,0790.

En cuanto al panorama técnico actual del par GBP/USD, los compradores de la libra deben esforzarse al máximo para mantener todo lo que han conseguido. Para ello, los alcistas deben eliminar la resistencia más cercana a 1,2745. De este modo, podrán alcanzar los 1,2770, por encima de los cuales será muy difícil romper. El objetivo más lejano será 1,2800, tras lo cual se podrá hablar de una subida más brusca de la libra hasta 1,2830. Si el par cae, los osos intentarán tomar el control de 1,2700. Si lo consiguen, una ruptura del rango asestará un duro golpe a las posiciones de los toros y empujará al par GBPUSD al mínimo de 1,2680 con la perspectiva de alcanzar 1,2645.