El BCE no bajará los tipos de interés de forma activa

Últimamente, el euro se ha comportado bastante bien, apoyándose cada vez más en las débiles estadísticas estadounidenses, cotizandose en par con el dólar. Pero hoy se publica otra serie de datos sobre la inflación europea, y muchos economistas esperan que las expectativas sobre la rapidez con la que el Banco Central Europeo recortará los tipos de interés se debiliten considerablemente tras las cifras.

Los economistas encuestados esperan que el primero de los seis recortes de un cuarto de punto del tipo de interés de depósito se anuncie la semana que viene. Actualmente, el tipo de depósito se sitúa en el 4%.


Dado que últimamente se han publicado muchos datos y se han pronunciado muchos discursos de funcionarios del BCE encabezados por la presidenta Christine Lagarde, las expectativas de futuros recortes de tipos han cambiado un poco. Sí, nadie duda de que el BCE tomará medidas para recortar los tipos de interés durante su reunión de junio y lo hará antes que la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra. Pero el repunte sorprendentemente estable de la economía europea, las tensas presiones salariales y los riesgos al alza de las ya inciertas perspectivas de inflación plantean ahora una cuestión mucho mayor sobre los próximos pasos.

Los funcionarios más agresivos del BCE, representados por Isabelle Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, y Joachim Nagel, Presidente del Bundesbank, quieren esperar hasta septiembre de este año antes de considerar un segundo paso.

Muchos economistas siguen considerando que la inflación es el mayor riesgo para la economía de la eurozona, seguida del impacto de las elecciones presidenciales estadounidenses y las tensiones geopolíticas. Con toda probabilidad, la inflación probablemente se aceleró ligeramente en mayo, tras dos meses de descenso. Hoy se espera una cifra del 2,4%. Dado que el crecimiento salarial en la eurozona no se ha ralentizado tanto como se esperaba a principios de 2024, todo ello aumenta la presión sobre el BCE, especialmente cuando los precios de los servicios siguen subiendo y se sitúan en el 4%.

En un entorno así, tres cuartas partes de los economistas encuestados apuestan por que el BCE no haga ninguna recomendación sobre los próximos pasos y preferirían una postura de espera. Más recientemente, muchos funcionarios del BCE han prometido prestar especial atención a las previsiones económicas trimestrales, un indicio directo de moderación en las filas del banco central.

Muchos economistas tampoco esperan que el BCE revise sus previsiones, salvo para aumentar su previsión de crecimiento económico para 2024 tras un primer trimestre mejor de lo esperado.

Queda por ver cómo reaccionará la divisa europea a todo esto. En cualquier caso, unos buenos datos de inflación se interpretarán a favor de los compradores de activos de riesgo.

En cuanto al panorama técnico actual del par EUR/USD, tras el crecimiento de ayer, el euro volvió a tener posibilidades de seguir avanzando en la tendencia. Ahora los compradores deben pensar en cómo arrebatarle el nivel de 1,0835. Sólo esto permitirá apuntar a la prueba de 1,0860. Desde allí es posible subir a 1,0890, pero será bastante problemático hacerlo sin el apoyo de los grandes jugadores. El objetivo más lejano será el máximo de 1,0920. En caso de que el instrumento de comercio baje sólo alrededor de 1,0810, espero alguna acción seria de los grandes compradores. Si no hay nadie, sería bueno esperar una actualización del mínimo de 1,0790, o abrir posiciones largas desde 1,0770.

En cuanto al panorama técnico actual del par GBP/USD, los compradores de la libra deben esforzarse al máximo para mantener todo lo conseguido ayer. Para ello, los alcistas deben eliminar la resistencia más cercana a 1,2740. De este modo, podrán alcanzar los 1,2770, por encima de los cuales será muy difícil avanzar. El objetivo más lejano será 1,2800, tras lo cual podemos hablar de una ruptura al alza más pronunciada de la libra hasta 1,2830. Si el par cae, los osos intentarán tomar el control de 1,2700. Si lo consiguen, una ruptura del rango asestará un duro golpe a las posiciones de los alcistas y empujará al par GBPUSD al mínimo de 1,2680 con la perspectiva de alcanzar 1,2645.