AUD/USD. El Aussie puede jugar su propio juego

El dólar australiano, en par con el dólar estadounidense, trata de desarrollar un movimiento alcista tras la fuerte caída de la semana pasada. El par aud/usd giró hacia el norte el viernes, y hoy se mueve más por la inercia de las operaciones del viernes, en medio de un calendario económico casi vacío.

En general, la situación en torno al ozzy es de naturaleza incierta. Si observamos el gráfico semanal del par aud/usd, veremos que el par estuvo subiendo activamente desde finales de abril hasta mediados de mayo. A pesar de los impresionantes retrocesos del sur, el ozzy subió desde la mitad de la figura 63 hasta los límites de la figura 67 en pocas semanas. El par se detuvo en esta zona de precios, tras lo cual comenzó la "agitación". Compradores y vendedores toman alternativamente la iniciativa unos de otros, por lo que el par en realidad está girando en círculos, acercándose y alejándose del nivel de resistencia de 0,6720 (la línea superior del indicador de las Bandas de Bollinger en el gráfico diario).

Las actas de la última reunión del Banco de la Reserva de Australia (RBA) y el crecimiento de la inflación en Australia están del lado de los compradores del par aud/usd.

Según los últimos datos, el índice de precios al consumo aumentó un 1,0% interanual en el primer trimestre, frente a una previsión de crecimiento del 0,8% (tras un descenso bastante pronunciado en el cuarto trimestre hasta el 0,6%). En términos trimestrales, el índice también se situó en la zona verde, con un 3,6%, mientras que la mayoría de los expertos preveían un descenso al 3,4%.

Tras esta publicación, el mercado empezó a deshacerse de un torbellino de expectativas restrictivas. Con especial fuerza, en vísperas de la reunión de mayo del Banco de la Reserva de Australia. Algunos expertos suponían que si el Banco de la Reserva no subía los tipos de interés, al menos permitiría esta variante de los acontecimientos. Pero en esta parte el regulador decepcionó a los halcones: el Banco Central reaccionó con moderación a los últimos informes de inflación, declarando únicamente el mantenimiento de una actitud de espera.

El dólar australiano fue víctima de las expectativas infladas del mercado y estuvo bajo presión durante un tiempo.

Pero las actas recientemente publicadas de la reunión de mayo del Banco de Reserva de Australia mostraron que los miembros del Banco Central sí consideraron la opción de subir el tipo de interés. Este hecho no se reflejó en el texto de la declaración que acompañaba a la reunión, pero de hecho se consideró el escenario de endurecimiento de los tipos de interés junto con la opción de mantener el statu quo.

El texto de las actas indica que durante la reunión los miembros del regulador consideraron la posibilidad de subir los tipos, pero los argumentos a favor de una política estable se consideraron más convincentes.

¿Qué nos dice esto? Significa que la balanza puede inclinarse a favor de un endurecimiento del CPM en el futuro, si la inflación sigue ganando impulso. En este contexto, el informe sobre la inflación, cuya publicación está prevista para el miércoles 29 de mayo, reviste especial importancia. Ese día conoceremos el valor de abril del índice de precios al consumo. Durante tres meses (de diciembre a febrero inclusive) este indicador se mantuvo en el mismo nivel: 3,4%. En marzo se aceleró ligeramente hasta el 3,5%. Y según las previsiones preliminares, en abril el IPC volverá al nivel del 3,4%.

Obviamente, si, en contra de las previsiones, supera el 3,5%, es decir, si se sitúa en la zona verde, el Ozzie podría recibir cierto apoyo.

Sí, por un lado, esta publicación no es capaz de proporcionar apoyo a largo plazo para el dólar australiano, incluso si resulta ser más fuerte que las previsiones. Para el RBA el papel clave lo desempeñan los datos trimestrales (no conoceremos el informe sobre el crecimiento del IPC del segundo trimestre hasta julio). Pero, por otro lado, un mayor crecimiento de la inflación mensual seguirá desempeñando su papel en el fortalecimiento del Aussie. El "color verde" de la inflación de abril complementará armoniosamente la retórica de línea dura de las actas de la última reunión del RBA.

Sin embargo, no se excluye una versión espejo, en la que la inflación de abril se ralentice más de lo previsto (es decir, si el IPC se sitúa por debajo del objetivo del 3,4%). En este caso, el escenario de referencia sería mantener el statu quo en las próximas reuniones. Además, en el mercado también podrían aumentar las expectativas blandas. En este sentido, cabe señalar que precisamente el viernes los analistas de Goldman Sachs publicaron su previsión actualizada, según la cual el RBA empezará a reducir el tipo de interés ya en noviembre de este año (y más dos reducciones más hasta julio de 2025). Los expertos de GS argumentan su postura por el enfriamiento del mercado laboral en Australia (los últimos datos muestran un aumento del desempleo, un descenso del número de trabajadores a tiempo completo) y el descenso (esperado) de la inflación en el segundo y tercer trimestres.

Una vez más, la inflación de abril no convertirá el escenario moderado en el escenario principal, pero inclinará la balanza en esa dirección.

Así pues, con el billete verde aletargado (las principales publicaciones para el dólar se publicarán a finales de semana: el informe de crecimiento del PIB estadounidense y el índice PCE subyacente), el Aussie podría hacer de las suyas si la inflación está de su lado.

Desde el punto de vista técnico, el par aud/usd en el gráfico diario se encuentra entre las líneas media y superior del indicador de las Bandas de Bollinger, por encima de todas las líneas del indicador Ichimoku, pero por debajo de la línea Tenkan-sen. Se recomienda considerar los largos después de que el par esté por encima de esta línea (en este caso el indicador Ichimoku formará una señal alcista "Desfile de Líneas"). El objetivo principal del movimiento hacia el norte es 0,6720 (línea superior de las Bandas de Bollinger en el mismo marco temporal).