Los datos macroeconómicos que se publicarán en los últimos días del año saliente son secundarios y no afectan a la evaluación de las perspectivas del tipo de cambio.
Algunas ramas regionales de la Reserva Federal han informado sobre la actividad manufacturera en diciembre. La Reserva Federal de Chicago informó cierto aumento en la actividad, Dallas cree que la actividad manufacturera no ha cambiado después de una contracción en noviembre y Richmond ve una disminución en la actividad. Son datos heterogéneos, pero una cosa está clara: el impulso para el crecimiento del PIB claramente se ha desacelerado, Estados Unidos está perdiendo una de las ventajas clave que proporcionó la afluencia de fondos al mercado de valores y la demanda del dólar.
En general, en el último mes los datos de EE.UU. han sido peores de lo esperado, como indica la clara desaceleración del indicador de Sorpresa Económica. Al mismo tiempo, las noticias de Europa son mejores de lo esperado, lo que es en parte responsable de la estabilidad del euro, así como de las noticias de China mejores de lo esperado. Este último factor, junto con las expectativas de un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal, está contribuyendo claramente al aumento de la demanda de monedas basadas en materias primas.
No esperábamos sorpresas durante la sesión europea del jueves, ya que no hay noticias importantes programadas para ese día. Por la noche, el adormecido mercado puede verse agitado por los informes semanales del mercado laboral estadounidense. En cualquier caso, es necesario considerar que los riesgos aumentan en mercados delgados incluso en ausencia de factores macroeconómicos significativos.
El dólar estadounidense sigue bajo presión y todavía no hay motivos para que suba.
NZD/USD
El flujo de noticias económicas de Nueva Zelanda en diciembre no ha mejorado, y la economía mostró una caída en tres de los últimos cinco meses, lo que aumenta la probabilidad de una contracción del PIB en el último trimestre.
La tasa del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda ha estado en el 5,5% desde mayo. Sin embargo, a diferencia de la Reserva Federal, en su última reunión del 29 de noviembre, el RBNZ adoptó una postura mucho más dura, cambiando una serie de pronósticos que aumentaron la probabilidad de un mayor ajuste monetario. El mercado prevé que la tasa alcanzará un máximo del 5,7% con aproximadamente un retraso de seis meses antes del inicio de un ciclo de flexibilización, y no se esperan recortes completos de las tasas hasta mediados de 2025.
A pesar del escepticismo inicial del mercado ante la postura dura del RBNZ y de que los rendimientos de los bonos de Nueva Zelanda comenzaron a disminuir en sincronía con el mercado, aún es necesario considerar que la diferencia en los enfoques monetarios entre el RBNZ y la Reserva Federal seguirá creciendo. El apetito por el riesgo también está aumentando rápidamente, lo que proporciona una base para el aumento de las divisas vinculadas a materias primas, en particular el AUD y el NZD.
No hay noticias económicas programadas para el viernes, por lo que el kiwi se moverá principalmente en función de la dirección general del mercado, lo que satisface el apetito por el riesgo. Por lo tanto, esencialmente no hay razón para esperar una caída del NZD/USD a menos que surja alguna información inesperada en los próximos días que provoque una reevaluación de las perspectivas del apetito por el riesgo. Las posibilidades de que se produzca tal evento son todavía pequeñas.
La posición corta neta en NZD ha disminuido a 400 millones de dólares y el precio está subiendo con confianza, lo que indica un cambio en los flujos financieros a favor del kiwi.
El NZD/USD continúa avanzando, marcando un máximo de 5 meses, y no hay señales de que esté perdiendo impulso. El objetivo más cercano es 0,6409 y luego 0,6533. En las condiciones actuales, es poco probable que se produzca un retroceso correctivo a la baja.
AUD/USD
El principal factor que afecta el tipo de cambio del dólar australiano está directamente relacionado con el nivel de inflación y la respuesta a los datos entrantes del Banco de la Reserva de Australia. Actualmente, existe una creencia cada vez mayor de que la inflación se está desacelerando, con un pronóstico confiado de una disminución de la inflación en el cuarto trimestre a medida que expiren los programas de subsidios gubernamentales y el crecimiento de los salarios siga siendo moderado, lo que permitirá una reducción de las expectativas de inflación.
El crecimiento de la producción también se ha desacelerado y se espera que el consumo disminuya.
La previsión de tipos de interés del RBA en este momento es la siguiente: se espera que en febrero el tipo aumente un cuarto por ciento desde el actual 4,35% y se mantenga en el 4,6% hasta finales de 2024. Este pronóstico favorece una mayor demanda. para el AUD, ya que el pronóstico de tipos de interés de la Reserva Federal implica cuatro recortes de tipos en 2024, lo que significa que el diferencial de rendimiento se desplazará a favor de la moneda australiana.
El riesgo radica en la rapidez con la que se desacelerará la economía. Si el crecimiento del PIB se desacelera más rápido de lo previsto y el poder adquisitivo de la población disminuye a un ritmo peor de lo esperado, entonces el RBA puede cambiar su visión sobre el nivel de las tasas de interés antes de lo previsto y también comenzar a recortar las tasas. Tal escenario es posible, pero todavía supone cambios no en un futuro próximo sino en la segunda mitad de 2024, lo que no es relevante para la demanda actual del dólar australiano.
Suponemos que los mercados seguirán reaccionando a los cambios en los enfoques de la Reserva Federal y el RBA, y que la demanda del dólar australiano se mantendrá estable.
La posición corta neta en AUD disminuyó a -3,1 mil millones durante la semana del informe, el posicionamiento está cambiando lentamente a favor del dólar australiano. El precio está por encima de la media a largo plazo y aumenta constantemente.
El AUD/USD está aprovechando su éxito, acercándose a la zona de resistencia de 0,6890/6905, que es el objetivo más cercano. Más allá de eso, el objetivo se desplaza a 0,7160. Sin embargo, considerando que el aumento del dólar australiano en los últimos dos meses se ha producido casi sin correcciones, existe la posibilidad de un retroceso técnico dentro del rango del 38% del movimiento, después del cual la tendencia alcista probablemente continuará. Si el par alcanza el nivel 0,6890/6905, el soporte se desplazará a la zona de 0,6660/90, donde, en caso de un retroceso a este nivel, los operadores probablemente volverán a comprar el par nuevamente.