Según el viceprimer ministro Alexander Novak, Rusia no tiene previsto levantar la prohibición parcial de exportación de combustible que se introdujo en septiembre. La prohibición de las exportaciones de combustible se impuso en respuesta al aumento de los precios al por menor en el mercado nacional.
Pero a principios de octubre, Moscú suavizó la prohibición permitiendo la exportación de gasóleo a través de oleoductos, pero sólo para aquellos proveedores que vendieran el 50% de sus productos en el mercado nacional.
Mientras tanto, las refinerías rusas estaban hasta hace poco en temporada de mantenimiento. En consecuencia, los volúmenes apenas empiezan a recuperarse. A finales de octubre, los índices de refino alcanzaban los 5,48 millones de barriles diarios. En diciembre, la cifra podría ascender a 5,8 millones de barriles diarios. Esto ha avivado la preocupación por la escasez en medio de una situación de suministro de gasóleo muy ajustada en Europa y Estados Unidos, donde se han impuesto prohibiciones a las importaciones de petróleo y combustible ruso.
La semana pasada, la Unión Europea tuvo incluso que convocar una reunión de emergencia para abordar la posible escasez de gasóleo.
Según Reuters, de las palabras de los funcionarios de la UE: la insuficiencia de gasóleo podría provocar huelgas. Además, el mercado está muy ajustado debido a los recortes de la OPEP+. Una posible crisis tendría un impacto inmediato en el precio. Pero las tensiones deberían aliviarse en 2024.
Para evitar lo peor, Bruselas está debatiendo la creación de una reserva de emergencia de gasóleo. Pero existe el problema de que en los últimos años, debido a los cierres y remodelaciones a gran escala de refinerías tanto en Europa como en Estados Unidos, la producción de gasóleo disponible también es limitada.