El par libra-dólar actualizó un mínimo de seis meses, situándose en la base de la cifra del 22. La última vez que la libra esterlina estuvo en esta zona de precios fue en marzo de este año. Por un lado, todavía está lejos del mínimo de precios del año en curso (1,1802) - más de 400 pips. Pero, por otro lado, el ritmo del movimiento bajista y el trasfondo fundamental establecido en el par gbp/usd favorecen el alcance de este objetivo. El Banco de Inglaterra, que la semana pasada resumió los resultados de su reunión de septiembre, ejerció una presión adicional sobre la libra. Por primera vez desde diciembre de 2021, el regulador no subió la tasa, al tiempo que expresó comentarios más bien suaves. Y los resultados de la votación de los miembros del Comité no agradaron a los compradores del par gbp/usd: el equilibrio de poder ha cambiado significativamente, debido al fortalecimiento de la llamada "ala de paloma". De hecho, la libra esterlina se quedó sin aliados, en un contexto de fortalecimiento del billete verde, como resultado de lo cual la tendencia del sur comenzó a ganar impulso de nuevo.
Cabe señalar que el resultado de la reunión de septiembre del Banco de Inglaterra no estaba predeterminado. La mayoría de los expertos, por supuesto, se inclinaron a favor de una pausa, pero algunos estrategas de divisas advirtieron a sus clientes de que el Banco Central inglés podría decidir una subida de 25 puntos de la tasa de interés, ya que el crecimiento de los salarios sigue siendo alto y el índice de precios al consumo subyacente es elevado.
La última publicación de los datos de crecimiento de la inflación británica ha dejado una impresión contradictoria. Por ejemplo, el IPC general intermensual, por un lado, salió de terreno negativo (en julio cayó al -0,4%) pero, por otro, mostró un crecimiento mínimo (0,3% frente a una previsión de subida al 0,9%). El principal índice de precios al consumo, que no incluye los precios de la energía y los alimentos, cayó bruscamente (al 6,2%), mientras que el índice de precios de compra al productor y el índice de precios de venta al productor se mantuvieron en la zona verde.
Pero, en general, la publicación reflejó una ralentización de la inflación británica. Este hecho permitía suponer que el regulador británico adoptaría una actitud de espera, manteniendo sin cambios los parámetros de política monetaria.
Y así sucedió. De los nueve miembros del Comité de Política Monetaria del Banco Central, cinco votaron en contra de subir la tasa. Cuatro se pronunciaron a favor de una subida de 25 puntos, es decir, hasta el 5,5%. Cabe recordar que en la última reunión sólo un miembro del Comité votó a favor de mantener el statu quo (en consecuencia, 8 de sus colegas estaban a favor de endurecer la política monetaria).
La retórica de la declaración de acompañamiento fue prudente y más bien pesimista. En particular, el Banco Central rebajó la previsión de crecimiento del PIB británico al 0,1% (la previsión anterior era del 0,4%). Hay que recordar que la economía británica se contrajo en julio un 0,5% en términos mensuales (es el peor resultado desde diciembre de 2022). En términos trimestrales, el indicador también se situó en la "zona roja", con un aumento del 0,2%, mientras que la previsión era de un crecimiento del 0,4%.
Al comentar las previsiones actualizadas, los miembros del Banco Central expresaron su preocupación por el hecho de que la producción manufacturera del Reino Unido cayera un 0,5% en julio y las ofertas de empleo no hayan dejado de disminuir. También conviene recordar aquí que, según los datos publicados en septiembre, la tasa de desempleo del Reino Unido subió al 4,3%. En este caso, podemos hablar de una tendencia negativa, ya que el indicador crece por tercer mes consecutivo.
En otras palabras, el panorama fundamental actual favorece a que el Banco Central mantenga el statu quo. En particular, según los analistas de Goldman Sachs y Nomura, la tasa de interés ya ha tocado techo. El director del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, confirmó indirectamente esta hipótesis, afirmando que sólo será necesario un mayor endurecimiento de la política monetaria si hay indicios de presiones inflacionistas más sostenibles. Al mismo tiempo, prometió que la tasa se mantendría "a un nivel suficientemente alto" durante mucho tiempo para que la inflación vuelva al objetivo del 2%.
Es decir, el Banco de Inglaterra siguió la senda del BCE. Sin embargo, a diferencia del regulador inglés, el Banco Central Europeo subió "por última vez" las tasas de interés, insinuando el fin del actual ciclo de endurecimiento de la política monetaria. El Banco de Inglaterra decidió "dar el portazo" sin el acorde final.
Así pues, la dinámica bajista del par GBP/USD está absolutamente justificada. La libra se está devaluando en el contexto de la posición "moderada" del Banco Central Inglés, el dólar se mantiene a flote debido a la posición de halcón de la Fed. Todo ello indica que el par aún no ha agotado su potencial bajista.
En cuanto a la "técnica", el par en los marcos temporales H4, D1, W1 se encuentra entre las líneas media e inferior del indicador de las Bandas de Bollinger. En el gráfico diario, el indicador Ichimoku ha formado una señal bajista "Desfile de líneas", que también indica la prioridad del movimiento bajista. Se recomienda aprovechar los retrocesos correctivos para abrir posiciones cortas. El objetivo más cercano del movimiento bajista es 1,2180, que es la línea inferior de las Bandas de Bollinger en el gráfico diario. El objetivo principal se encuentra mucho más abajo. Estamos hablando de la marca psicológicamente significativa de 1,2000, que es el límite superior de la nube Kumo en el gráfico semanal.