A diferencia de su contraparte estadounidense, la moneda europea encuentra más desafiante conquistar y mantener nuevos máximos. Actualmente, el euro se mantiene relativamente firme dentro del amplio rango de precios de 1,0850 a 1,0930, aunque la situación podría cambiar en cualquier momento. Mientras tanto, a pesar de una breve disminución, el dólar estadounidense está ganando fuerza para otro ascenso.
La moneda estadounidense experimentó una disminución después de la publicación de datos débiles sobre el crecimiento económico de EE. UU. Además, los informes sobre el mercado laboral de EE. UU. de ADP también quedaron por debajo de las expectativas. Según el Departamento de Comercio de EE. UU., la economía nacional creció un 2,1% interanual en el segundo trimestre de 2023. La estimación inicial de crecimiento del PIB proyectaba un aumento del 2,4%.
Los analistas atribuyen un crecimiento económico más lento a una reducción en las inversiones privadas en inventarios y activos fijos. Sin embargo, estos factores fueron parcialmente compensados por el aumento del gasto gubernamental en EE. UU., el gasto del consumidor, las exportaciones y las inversiones en viviendas.
Los informes actuales indican que el Índice de Precios de Gasto en Consumo Personal (PCE) creció un 2,5%. Mientras tanto, el índice PCE central aumentó un 3,7%, ligeramente por debajo de la proyección anterior del 3,8%. Según los datos de ADP, el crecimiento del empleo en el sector privado en EE. UU. se desaceleró más de lo esperado. En cuanto al empleo en el sector privado en el país, este indicador aumentó en 177.000 en agosto, quedando ligeramente por debajo del pronóstico de 195.000 empleos.
En medio de este telón de fondo, el dólar se debilitó notablemente, mientras que el euro aprovechó la situación y se apreció significativamente. Sin embargo, la euforia fue de corta duración: el jueves, 31 de agosto, el euro cayó ligeramente frente a la moneda estadounidense. Los analistas y participantes del mercado continúan evaluando el nuevo conjunto de estadísticas económicas de Europa y EE. UU.
El miércoles, 30 de agosto, se publicó la estimación preliminar de la inflación anual en Alemania para el mes actual. Según los informes, los precios al consumidor en la potencia de la Eurozona se desaceleraron al 6,1% en términos anuales. Vale la pena señalar que este indicador estaba en el 6,2% en julio.
La inflación sigue siendo el motor clave de los mercados financieros europeos, enfatizan los expertos. En este contexto, el nivel excesivamente alto de los precios al consumidor en Alemania, que no se vio afectado por la prolongada caída de los precios de importación, suscita preocupaciones entre los analistas. Es importante destacar que en julio, el índice de precios de importación en Alemania disminuyó un 0,6%, marcando el décimo mes consecutivo de declive. En tal escenario, se cuestiona el potencial de un mayor endurecimiento de la política monetaria del BCE.
El jueves, también se publicará una estimación preliminar de la inflación en la Eurozona para este mes. Según los analistas, actualmente existe una alta probabilidad de que la inflación se desacelere al 5,1% desde el 5,3% anterior. Más tarde, el Departamento de Trabajo de EE. UU. publicará datos sobre el número de reclamos iniciales de desempleo. Las previsiones preliminares sugieren que este indicador aumentó en 5.000 a 235.000 reclamos en una semana.
El entorno actual es favorable para la moneda única europea. Al final de la semana, el par EUR/USD ganó un 1,5%, alcanzando el nivel de 1,0940 en un momento. Los datos macroeconómicos actuales de ambos lados del océano demostraron una desaceleración en los procesos proinflacionarios en EE. UU. y trajeron sorpresas positivas de Europa. En este contexto, la probabilidad de que el BCE aumente la tasa clave en 25 puntos básicos en la reunión de septiembre aumentó al 60%.
A pesar de los datos macroeconómicos positivos de la Eurozona, el rápido ascenso del euro tomó por sorpresa a los mercados. Como resultado, el EUR/USD encontró apoyo durante las correcciones hacia el promedio móvil de 200 días y brevemente reanudó la tendencia alcista registrada a finales de 2022. Sin embargo, el euro no pudo mantener las posiciones ganadas anteriormente. El jueves por la mañana, 31 de agosto, el EUR/USD, que estaba operando con confianza en el rango de 1,0920 a 1,0922, cayó a un valor inferior de 1,0901.
Según los analistas, tales saltos bruscos en el EUR pueden atribuirse a los principales actores del mercado. Una vez más, los expertos llaman la atención sobre la sobrecompra de la moneda europea única, lo que aumenta su volatilidad antes de experimentar una caída. Los analistas están seguros de que en caso de que las estadísticas macroeconómicas de EE. UU. se deterioren, el euro recibirá un nuevo impulso para el crecimiento. Como evidencia de su pronóstico, los expertos señalan la situación observada en julio, cuando el aumento a 1,1275 comenzó inmediatamente después de la publicación de los datos del Departamento de Trabajo de EE. UU., que resultaron ser ligeramente peores de lo esperado.
Si este escenario se repite, esto podría impulsar el aumento del EUR hasta el nivel clave de 1,1000. Sin embargo, el factor determinante será el informe de inflación de EE. UU. programado para el 13 de septiembre. Según las estimaciones de los analistas, después de la publicación de estos datos, el mercado se revertirá bruscamente al alza y luego caerá. Montado en esta ola, el EUR/USD es capaz de subir a 1,1000 y establecer nuevos máximos anuales.
Sin embargo, todo podría desarrollarse de manera diferente, dependiendo de la naturaleza de los datos y la reacción del mercado. Así, a corto plazo, el euro puede emerger como el ganador mientras que el dólar podría perder. Sin embargo, a largo plazo, se espera que el dólar estadounidense supere a su rival europeo. En el horizonte de planificación a largo plazo, el par podría descender rápidamente después de un breve repunte. Muchos analistas se inclinan hacia el escenario de una reversión en el EUR/USD que llevará a la paridad a finales de este año.