El petróleo cerró en rojo por segunda semana consecutiva debido a preocupaciones sobre la demanda global. China, que se esperaba que representara un tercio del crecimiento mundial de la demanda de petróleo en 2023, entregó una desagradable sorpresa. Su economía se está recuperando mucho más lento de lo anticipado, y la expansión monetaria está llevando a una debilitación del yuan y a la fuga de capitales de los mercados financieros del país. El Brent estuvo bajo presión, pero los alcistas no planean ondear la bandera blanca por ahora.
En realidad, la deflación en China no es del todo mala para la economía mundial. Suprime el crecimiento de precios en otros países, incluyendo Estados Unidos. Si fuera diferente, una nueva ola de presión inflacionaria habría forzado a la Reserva Federal a aumentar las tasas de interés nuevamente. Esto aumentaría el riesgo de recesión en la economía estadounidense y afectaría negativamente a los mercados de materias primas.
Es diferente si la deflación en China se acompaña de estanflación en Europa y una recesión en Estados Unidos. Entonces podríamos hablar de una crisis económica global, lo cual es una mala noticia para la demanda y los precios del petróleo. Sin embargo, mientras la eurozona se mantenga y Estados Unidos muestre resistencia al endurecimiento monetario agresivo de la Fed, es un buen momento para centrarse en la oferta de petróleo.
Los rumores de que Arabia Saudita está extendiendo su propio compromiso de reducir la producción en 1 millón de barriles por día hasta finales de octubre, así como la disminución gradual de la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos, inspiran a los entusiastas del Brent. Al igual que el acercamiento de la tormenta tropical Idalia a las costas del Golfo de México. Esto amenaza con cortes de energía y una paralización de las operaciones de las compañías petroleras.
Dinámica de la producción de petróleo en Estados UnidosPor otro lado, la intención de Turquía de reanudar la operación del oleoducto clave de Irak lo más rápido posible, así como los rumores sobre el alivio de las sanciones estadounidenses contra Irán y Venezuela, dan optimismo a los bajistas en cuanto al grado del Mar del Norte. Estos eventos pueden aumentar el volumen de producción de petróleo.
Sin embargo, en general, el mercado se mantiene optimista. Las primas entre los contratos de futuros de petróleo cercanos y más distantes están aumentando, lo que indica alta demanda o preocupaciones sobre el suministro. Tenga en cuenta que el énfasis del presidente de la Fed, Jerome Powell, en la fortaleza de la economía estadounidense en Jackson Hole, es alentador para el mercado de valores de Estados Unidos y el Brent. El rebote al alza del S&P 500 indica un mejor apetito por el riesgo global y crea viento a favor para el petróleo.
Técnicamente, en el gráfico diario del grado del Mar del Norte, el movimiento correctivo se ha agotado. Fue desencadenado por la ejecución del patrón 1-2-3. El Brent está entrando en una fase de consolidación, que se manifiesta en fluctuaciones de precios cerca del valor justo y cruces frecuentes de medias móviles. En tal situación, la base para comprar petróleo será la renovación del máximo local a $84,65 por barril. Para que se desarrolle un retroceso, se requiere una ruptura de la zona de convergencia en $81,8-82,1.