El aumento de los rendimientos y la estabilidad de la inflación apuntan a nuevas subidas de las tasas de interés. Panorama general del USD, el EUR y la GBP

El total de las posiciones cortas en USD, tras una fuerte corrección una semana antes, aumentó en 490 millones hasta los -16.272.000 millones durante la semana de referencia. La reducción se debe en gran medida a las compras de euros. En cuanto a otras divisas importantes, llama la atención la venta de todas las divisas importantes de materias primas (dólares canadiense, australiano y neozelandés, así como el peso mexicano). El yen y el franco registran un pequeño aumento, es decir, se nota la demanda de divisas de defensa y la venta de divisas de materias primas. Dado que la posición larga en el oro disminuyó en 4.500 millones, podemos suponer un mayor crecimiento de la demanda del dólar estadounidense.

El miércoles se publicarán los índices PMI de la Eurozona, el Reino Unido y Estados Unidos, que podrían influir notablemente en las previsiones de las tasas del BCE, el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal. La semana pasada se observó una clara tendencia al alza en los rendimientos de los bonos, lo que indica un aumento de la demanda de riesgo gracias a unos datos macroeconómicos más sólidos. Al mismo tiempo, la actividad en la principal fábrica del mundo, China, se está ralentizando, lo que apunta a una desaceleración de la demanda. Este dilema podría resolverse tras la publicación del PMI, por lo que no puede descartarse un aumento de la volatilidad.

EUR/USD

Los datos finales de inflación de la Eurozona para julio confirmaron que el aumento de los precios se mantuvo sin cambios en el 5,3%, la inflación subyacente también se mantuvo sin cambios en el 5,5%. Dado que no hay factores estacionales que puedan explicar la subida de los precios en este momento, probablemente deberíamos optar por la explicación más obvia: el crecimiento de los precios se ve respaldado por las amplias presiones sobre los precios en el creciente sector de los servicios.

La resistencia de la inflación respalda la opinión del mercado de que el BCE subirá las tasas en septiembre, y este aumento ya se refleja en los precios actuales. También a favor de una subida de las tasas está la solidez del mercado laboral.

Tras una fuerte contracción la semana anterior, la posición larga neta en euros aumentó en 1.275 billones la tendencia a la venta de euros es cuestionable. El precio de liquidación está por debajo de la media a largo plazo, lo que permite esperar una continuación de la caída del euro, pero el impulso se ha debilitado notablemente.

Una semana antes sugeríamos que la caída del par EUR/USD continuaría. De hecho, el euro ha superado sistemáticamente dos soportes, pero sigue sin alcanzar el nivel de 1,0830. La resistencia se encuentra en 1,0960, donde el euro podrá llegar en caso de una corrección, pero a largo plazo suponemos que la tendencia sigue siendo bajista y la prueba de 1,0830 seguirá teniendo lugar a corto plazo.

GBP/USD

La inflación bajó del 7,9% al 6,8% en julio. Este descenso se debe en gran medida a la caída del precio máximo de OFGEM (Oficina de Mercados de Gas y Electricidad) de 2.500 £ a 2.074 £; sin la caída del precio máximo, la inflación habría caído igualmente, pero mucho menos, hasta el 7,3%.

A pesar del fuerte descenso, la inflación sigue en un nivel muy alto, por lo que es poco probable que se produzca una nueva caída del precio máximo de la energía. El NIESR considera que, entre los posibles escenarios del comportamiento futuro de la inflación, hay que elegir entre "muy alto", que implica una tasa media anual de inflación de alrededor del 5% en los próximos 12 meses, y "alta sostenibilidad", que equivale a una tasa anual del 7,4%. No hace falta decir que ambos escenarios suponen una inflación superior a la de EE.UU., lo que significa que se mantiene la probabilidad de una tasa más alta del Banco de Inglaterra, lo que provocará un diferencial de rendimiento a favor de la libra.

Estas consideraciones mantienen a la libra a la baja y la apoyan frente al dólar, mientras que frente a la mayoría de las principales divisas el dólar sigue subiendo.

Tras tres semanas de contracción, la posición larga en la libra aumentó en 302 millones, hasta los 4.049 millones. El posicionamiento es alcista, el precio de liquidación sigue por debajo de la media a largo plazo, pero al igual que ocurre con el euro, es inminente un cambio de tendencia al alza.

En la revisión anterior suponíamos que la libra seguiría bajando, pero la estabilidad de la inflación en el Reino Unido en julio fue superior a la prevista, lo que cambió la previsión sobre la tasa y apoyó a la libra. La corrección puede desarrollarse, la resistencia más cercana es 1,2813, si la libra sube, se revisará la previsión a largo plazo. Al mismo tiempo, la tendencia sigue considerándose bajista, las posibilidades de que se reanude el crecimiento son altas, el objetivo más cercano es la zona de soporte de 1,2590/2620.