Es improbable que el BCE detenga los aumentos de tasas en septiembre debido a la alta inflación

El euro intenta recuperar su posición después de una fuerte venta ayer que continuó el jueves durante la sesión asiática. Las declaraciones de los funcionarios del banco central de ayer tuvieron un impacto negativo en la demanda de activos de riesgo, pero al mirar más de cerca, nada ha cambiado en sus palabras desde las últimas reuniones.

La presidente del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, continuó haciendo hincapié en la necesidad de aumentos de tasas de interés, al igual que el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, mientras que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, fue más moderado en sus comentarios. Considerando que nada ha cambiado significativamente, la pregunta es si tiene sentido seguir vendiendo el euro.

No obstante, un factor limitante para el euro es el hecho de que nadie sabe qué depara el futuro. Y no se trata de dentro de uno o dos años. La pregunta es sobre este otoño. En este contexto, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, señaló ayer que si bien otro aumento de tasas el próximo mes es casi seguro, el resultado de la próxima reunión sigue siendo incierto y dependerá de los datos económicos recibidos en el ínterin.

Guindos afirmó que la presión de la inflación subyacente puede resultar más persistente de lo esperado actualmente, y es probable que una fuerte temporada turística de verano eleve los costos de los servicios. "Creo que julio está decidido", dijo Guindos.

Los debates entre los funcionarios del BCE sobre cuándo detener la serie sin precedentes de aumentos de tasas también se intensifican. Algunos han insinuado que después del movimiento en julio, podría ser un buen momento para hacer una pausa, como lo hizo la Reserva Federal este mes, que dejó la tasa sin cambios. Sin embargo, otros, al observar la inflación subyacente persistente, desean continuar ajustando la política este otoño.

Una cosa está clara, es improbable que el BCE declare con plena confianza en un futuro cercano que se ha alcanzado el pico de las tasas. Y sin una comprensión clara de este techo, es difícil para los operadores del mercado adaptarse a los cambios futuros del mercado. La única esperanza es que esto no suceda todo de una vez. Aunque la alta inflación en la eurozona está dificultando los planes del Banco Central Europeo, no hay mucho de qué preocuparse por el momento.

Muchos responsables políticos también están preocupados de que un endurecimiento adicional pueda convertirse en un "remedio" que cause más daño que beneficio. Las declaraciones más moderadas dentro del BCE provienen de Mario Centeno, de Portugal, quien advirtió que un endurecimiento excesivo golpearía fuertemente a la economía de la eurozona. "La economía ya está sufriendo. Y si recibe otro golpe, no será mejor para nadie".

Ayer, Italia publicó datos de inflación, informando una desaceleración al 6,7% en comparación con el año anterior en junio. Se espera que hoy se publiquen cifras para Alemania, donde los economistas pronostican un crecimiento de precios del 6,7%, frente al 6,3%. En cualquier caso, las tasas de inflación en la eurozona están lejos del objetivo del 2% del BCE.

En cuanto al panorama técnico de EUR/USD, los compradores necesitan superar los 1,0925 y consolidarse allí para recuperar el control. Esto les permitirá acercarse a los 1,0960 y 1,1010 desde donde el precio podría dirigirse a 1,1060. Sin embargo, este movimiento podría ser desafiante sin nuevos datos positivos de la eurozona. En caso de una caída, los principales compradores pueden intervenir solo alrededor de 1,0880. Si no hay nadie allí, sería bueno esperar a que el precio vuelva a probar el mínimo de 1,0850 o abrir posiciones largas en 1,0800.

En cuanto al panorama técnico de GBP/USD, la demanda de la libra ha disminuido bruscamente, lo que indica la formación de una corrección. Podemos anticipar el crecimiento del par después de obtener el control sobre el nivel de 1,2650. Una ruptura de este rango fortalecerá la esperanza de una mayor recuperación hacia 1,2700. Después de eso, la libra puede aumentar hacia 1,2745. En caso de una caída, los bajistas intentarán tomar el control sobre 1,2600. Si logran hacerlo, romper este rango golpeará las posiciones alcistas y empujará a GBP/USD hacia el mínimo de 1,2570, con la perspectiva de alcanzar 1,2530.