EUR/USD. Triángulo explosivo "China - Taiwán - EE. UU.": es demasiado pronto para poner fin a la historia de la visita de Pelosi

Los factores macroeconómicos fundamentales han pasado a un segundo plano. El foco está en la geopolítica. Se puede decir sin exagerar que el vuelo de la presidenta de la Cámara Baja del Congreso de los Estados Unidos hacia Taiwán fue seguido por millones de personas. Por ejemplo, solo el servicio flightradar24 reunió a una audiencia de 600.000 personas que siguieron la trayectoria de un solo avión, el de Nancy Pelosi. Hasta el último momento se escucharon diferentes versiones en los medios sobre su viaje. Algunos aseguraron que esto era solo una provocación política, dicen que en el último momento el avión cambiará de rumbo y se dirigirá, por ejemplo, a Japón o Filipinas. Otros asumieron que el avión haría varios círculos en el espacio aéreo de Taiwán (es decir, China) y abandonaría esta área. Pero la realidad resultó ser diferente. Contra todo pronóstico, el avión aterrizó en Taipei, el centro administrativo de la isla. Este es un evento significativo, e incluso en cierto sentido histórico: Pelosi se convirtió en la política estadounidense de más alto rango en visitar la isla en los últimos 25 años.

Las posibles consecuencias de esta visita han sido discutidas durante los últimos meses. Por cierto, se suponía que la visita en sí tendría lugar en abril, pero contrajo el coronavirus. En general, los planes de Pelosi de visitar la nación insular, que China considera su territorio "semiseparado", inicialmente generaron resentimiento y amenazas por parte de Beijing. Por ejemplo, una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que debido al estatus de la presidenta de la Cámara de Representantes como "la funcionaria número 3 en el gobierno de Estados Unidos", su visita a Taiwán "tendría repercusiones políticas atroces". Cabe señalar aquí que Pelosi es de hecho la tercera persona en la jerarquía del sistema de poder estadounidense. En caso de incapacidad del jefe de Estado y del vicepresidente para el cumplimiento de sus funciones, el gobierno del país pasa a manos del presidente de la cámara baja del Congreso.

Durante el vuelo de Kuala Lumpur a Taipei, la situación escaló al máximo: China retiró tropas (incluso se notaron misiles balísticos en la provincia de Fujian), aviones militares de China, Taiwán y Estados Unidos fueron levantados en el aire. Sin mencionar la "escolta" por parte de la Marina de los EE. UU. También se avivaron estados de pánico en el campo de la información, hasta la posibilidad de un choque militar directo entre EE.UU. y China. De hecho, incluso antes de los acontecimientos, el Ministerio de Defensa chino declaró que el ejército chino "no se quedará de brazos cruzados". Según representantes del Ministerio de Defensa chino, los militares tomarán medidas "para frenar la interferencia externa".

En este contexto, los titulares con la frase "Tercera Guerra Mundial" comenzaron a aparecer en la prensa. Cierto, con un signo de interrogación al final de la oración.

Teniendo en cuenta tal histeria informativa, el dólar tuvo una gran demanda el martes: en par con el euro, el dólar ha recuperado con creces las posiciones que perdió el lunes.

Y aquí cabe señalar que a pesar de que los peores y apocalípticos escenarios no se materializaron (el avión de Pelosi aterrizó sano y salvo), aún es pronto para hablar de algún tipo de distensión. Por el contrario, la reacción de China debería seguir ahora, aunque después del hecho.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China emitió primero una declaración (bastante suave, en mi opinión) en la que señaló que la visita de la delegación estadounidense "tuvo un impacto significativo en la base política de las relaciones chino-estadounidenses". Siguieron más signos alarmantes. En particular, el Comando Militar del Este de China anunció el inicio de ejercicios en Taiwán esta noche. Estos ejercicios incluirán la prueba de un misil con una ojiva no nuclear. Un poco más tarde, la intensidad se intensificó: el embajador chino en Estados Unidos dijo que la respuesta de China a la visita de Pelosi "será poderosa y fuerte". Varios escenarios de la posible respuesta de Beijing aparecieron en la prensa. Si los generalizamos, en general surge una imagen bastante sombría de las perspectivas inmediatas. Por ejemplo, China podría romper el alto el fuego con Taiwán, luego atacar sus instalaciones militares y enviar sus aviones de combate y barcos para ingresar al "espacio aéreo" y las "áreas de agua" de la isla.

Al mismo tiempo, muchos medios de comunicación señalan que los eventos se están desarrollando antes de las "pruebas" políticas clave que tendrán lugar en el otoño tanto en Estados Unidos como en China. China será la anfitriona del 20º Congreso del Partido Comunista y EE. UU. será el anfitrión de las elecciones de mitad de período para el Congreso. Hay mucho en juego: los demócratas pueden perder su mayoría en la Cámara de Representantes y es posible que el presidente chino, Xi Jinping, no se convierta en el líder de China por tercera vez.

Por lo tanto, se puede suponer que la "historia de la visita" aún no ha terminado: muchos observadores confían en que la reacción de China será un indicador de la confianza que tiene bajo el liderazgo de Xi Jinping. Por ejemplo, en el momento de escribir este artículo, se supo que las instalaciones militares estadounidenses en la región del Indo-Pacífico ya se habían puesto en alerta máxima. Como dicen, "el show debe continuar"...

Dada una situación geopolítica tan inestable y explosiva, no es recomendable abrir posiciones (ni cortas ni largas) para el par EUR/USD ahora. En el caso de una escalada importante, el dólar seguro volverá a ganar impulso, pero si la reacción de China es "local" (por ejemplo, las tropas chinas se limitan a ejercicios cerca de Taiwán), los alcistas del EUR/USD pueden tomar la iniciativa. Todos los demás factores fundamentales no "funcionarán" en un futuro cercano: la atención del mundo estará fijada en el triángulo "China - Taiwán - Estados Unidos".