Dólar dominante y euro "bajo": ¿quién soportará más fácilmente la recesión?

La amenaza de una recesión en las economías de EE.UU. y Europa preocupa a los mercados. En tal situación, las monedas clave pueden tocar fondo, aunque es más probable que el dólar se mantenga a flote que el euro.

Según estimaciones preliminares, la economía estadounidense se está hundiendo constantemente en una recesión. Los expertos consideran que esto se ve confirmado por una notable disminución de la actividad económica (en un 2,1%) registrada en el segundo trimestre de 2022. Tenga en cuenta que en el primer trimestre esta cifra no superó el 1,6%.

A medida que se desarrollaba la espiral inflacionaria, los consumidores estadounidenses comenzaron a gastar de manera más económica. Según los datos actuales sobre el gasto de consumo personal en los EE. UU., la renta real disponible disminuyó un 0,1% y el gasto de los consumidores, un 0,4%. Recordemos que estos indicadores son monitoreados de cerca por la Reserva Federal.

Según los estrategas de divisas de Nomura Holdings Inc., durante el próximo año, la mayoría de los países estarán cubiertos por una recesión (principalmente EE. UU., Canadá, Japón y los estados de la eurozona). Las razones de esto son el endurecimiento de la política monetaria y el aumento en el costo de vida. En este contexto, la economía global espera una desaceleración sincrónica del crecimiento, según Nomura.

Según los expertos, una señal de tal desaceleración será el hecho de que "los países no podrán contar con una recuperación de las exportaciones". La guinda del pastel será la continuación de la alta inflación y el aumento de las presiones sobre los precios que se han extendido a la mayoría de los bienes y servicios, así como a los salarios.

Al mismo tiempo, los bancos centrales están tratando de controlar la inflación, actuando con éxito variable. Según los economistas, a raíz del pánico por la recesión, los bancos centrales pueden "apretar los tornillos" en gran medida, es decir, llevar a cabo un endurecimiento excesivo de la política monetaria. Esto provocará otro estallido de recesión, que se manifestará de diferentes maneras en varios países. Nomura cree que Estados Unidos se verá afectado por una "recesión superficial pero prolongada durante cinco trimestres". Los expertos lo esperan para fines de 2022. Sin embargo, la recesión económica en Europa será mucho más profunda que en Estados Unidos. Un escenario similar es posible si Rusia bloquea por completo el suministro de gas a la región.

En este contexto, la demanda de activos refugio está aumentando, principalmente para el dólar. Este desarrollo mantiene al euro cerca de un mínimo de cinco años. Los comerciantes e inversores se están retirando masivamente al dólar en medio de preocupaciones sobre una desaceleración en el crecimiento económico mundial. Según los analistas, un mayor endurecimiento de las condiciones financieras contribuye al fortalecimiento de la demanda de USD en medio de la huida del riesgo.

A principios de esta semana, la moneda única estaba bajo la presión de un rival estadounidense más fuerte en el par EUR/USD. Recordemos que la semana pasada el euro no recibió apoyo de los datos macroeconómicos, pues resultaron ser ambiguos. Al mismo tiempo, la inflación en la eurozona alcanzó un máximo histórico del 8,6% en junio (frente al 8,1% de mayo). Esto obligó a la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, a adoptar una posición agresiva sobre nuevas subidas de tipos. Según Lagarde, en tal situación es recomendable subir los tipos de interés más de un 0,25%.

En la situación actual, la divisa estadounidense sigue dominando el mercado financiero, aunque los principales índices bursátiles estadounidenses siguen bajo presión. Muchos participantes del mercado aún prefieren el dólar, que contrasta con el debilitamiento del euro. En la mañana del martes 5 de julio, el par EUR/USD cotizaba en 1,0434, casi sin salirse del rango de precios de ayer.

La divisa estadounidense, al ser un activo refugio, le quitó la iniciativa a otros instrumentos defensivos como el yen, el oro y los bonos del gobierno estadounidense. Surgió una situación similar después de que el foco del mercado cambiara de las preocupaciones sobre la inflación a las expectativas de una recesión en los EE. UU. Al mismo tiempo, los participantes del mercado esperaban que la Fed elevara la tasa al 4%.

Anteriormente, en la reunión de junio de la Fed, la mayoría de los representantes del departamento planearon elevar las tasas de interés a un rango moderado (del 3% al 3,5% para fines de 2022). En 2023, se esperaba que las tasas subieran al 4% o más para frenar la inflación. Sin embargo, la situación actual introduce sus propios ajustes, que deben tenerse en cuenta y, en su caso, revisar decisiones anteriores.

Según pronósticos preliminares, las condiciones financieras pueden empeorar en el tercer trimestre de este año. En este contexto, la Fed se ve obligada a llevar a cabo el endurecimiento de la política monetaria más rápido y contundente en décadas. En tal situación, los expertos esperan un mayor fortalecimiento del dólar y el hundimiento del euro. Sin embargo, para fines de 2022, principios de 2023, es posible que haya cambios en este sentido. Según los economistas del MUFG Bank, el dólar subirá durante este año y luego bajará. Si tal escenario se materializa, el euro tendrá la oportunidad de recuperarse.