Esta semana, Goldman Sachs revisó al alza su pronóstico para el crudo Brent a $140 por barril, citando la escasez estructural no resuelta.
El jefe de materias primas de investigación energética de Goldman Sachs, Damian Kuvalin, preparó un informe sobre el balance del petróleo durante un período desde principios de año. Era el momento en que China impuso un confinamiento en varias ciudades, Rusia redujo su suministro de petróleo a países extranjeros y los países occidentales comenzaron a utilizar sus reservas estratégicas de petróleo.
Aunque la demanda en China ya se ha recuperado, la producción de petróleo en Rusia puede caer otro medio millón de barriles por día. Damian Kuvalin supone que en los próximos 12 meses a partir de julio, el crudo Brent puede subir hasta los $135 el barril. El precio difícilmente caerá hasta finales de 2023, cuando se espera que las reservas mundiales de petróleo alcancen sus niveles habituales. Según los expertos de Goldman Sachs, el mercado mundial del petróleo todavía tiene un déficit estructural y requiere un aumento significativo en los precios del petróleo para restablecer el equilibrio. La semana pasada, cuando la OPEP decidió agregar más producción de petróleo además de un aumento mensual de más de 200,000 barriles por día, los precios del petróleo subieron en lugar de caer. Tal reacción del mercado podría explicarse por el hecho de que solo algunos miembros de la OPEP tienen suficiente capacidad para aumentar la producción de petróleo. Solo algunos miembros grandes están haciendo todo lo posible para cumplir con las cotizaciones actuales. Otra razón es que la demanda de petróleo no es lo suficientemente alta. Así, Damian Kuvalin piensa que los precios del petróleo deberían subir más para empezar a afectar la demanda. Citi también mejoró su pronóstico, explicando los cambios por el retraso en las negociaciones entre Estados Unidos e Irán sobre un nuevo acuerdo nuclear.