En el volátil mercado de divisas de hoy, vender libras esterlinas parece ser la opción preferida. La libra esterlina está extremadamente débil y el panorama es aún más sombrío.
En la sesión de ayer, la moneda británica se desplomó fuertemente frente al dólar estadounidense en un 1,1%. Esta es la caída más fuerte en el par GBP/USD en 2 semanas.
La presión a la baja sobre la libra esterlina provino de los impactantes datos sobre la inflación en el Reino Unido. En abril, los precios alcanzaron su nivel más alto en 40 años, con una inflación del 9%. Esto es varias veces más alto que el objetivo del 2% del Banco de Inglaterra.
Al igual que en otros países, el aumento de la inflación en el Reino Unido fue provocado por el conflicto militar entre Rusia y Ucrania, así como por los severos confinamientos contra el COVID en China que causaron la interrupción de muchas cadenas de suministro globales.
Según los economistas, las presiones inflacionarias seguirán siendo altas en el país hasta finales de este año, a pesar de que el banco central del Reino Unido fue el primero entre los principales reguladores en elevar la tasa de interés.
Para su referencia, el Banco de Inglaterra elevó las tasas en diciembre del año pasado, mientras que su contraparte estadounidense comenzó a endurecer su política monetaria recién este año.
Ahora, sin embargo, la estrategia del BOE ya no parece agresiva en comparación con la acción de otros bancos centrales.
Los mercados esperan que la Reserva Federal de EE. UU. realice una subida de tipos de casi 2 puntos porcentuales completos hasta finales de año. En comparación, es probable que el regulador británico aumente la tasa en solo 120 puntos básicos en este momento.
Las expectativas de movimientos más agresivos por parte del Banco de Inglaterra han disminuido notablemente a medida que ha aumentado el riesgo de una recesión.
Los economistas encuestados por Reuters estimaron la probabilidad de una recesión en la economía del Reino Unido en un 35% dentro de un año.
Los temores sobre una recesión se han incrementado significativamente tras la publicación de ayer de los datos de inflación.
La quinta economía más grande del mundo se enfrenta actualmente a muchos obstáculos. Uno de ellos es una potencial guerra comercial con la Unión Europea. La UE ha amenazado repetidamente a Gran Bretaña con la terminación del acuerdo comercial si decide hacer ajustes unilaterales al protocolo de Irlanda del Norte.
Esta semana, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció su intención de considerar un proyecto de ley que cancelaría partes del acuerdo que están perjudicando a la economía británica.
La UE aún no ha reaccionado a esta declaración. Pero parece que los políticos europeos están considerando seriamente la posibilidad de una guerra comercial dirigida contra Gran Bretaña.
Los expertos creen que la escalada del conflicto supone una amenaza más grave para la economía del Reino Unido que el propio acuerdo de Irlanda del Norte.
Si se declara una guerra comercial, el déficit de cuenta corriente seguirá aumentando. En este escenario, la libra esterlina tiene un futuro sombrío.
Este año, la libra ya se ha depreciado frente al dólar estadounidense en un 8%. Los analistas de HSBC esperan que el par GBP/USD esté en 1,20 a finales de año. Esto es más bajo que las estimaciones anteriores del banco de 1,30.
La libra esterlina cotizaba ayer a 1,24, justo por debajo de su nivel más bajo desde mayo de 2020, que se probó nuevamente la semana pasada.
Ahora los fondos de cobertura han cambiado por completo a vender la libra, y el número de posiciones cortas es el mayor en 2,5 años. Apuestan a que siga cayendo aunque hace medio año preferían la libra esterlina al dólar estadounidense.
Actualmente, la libra es la opción de inversión menos atractiva entre sus competidores, otras monedas importantes. Esto se debe al hecho de que la libra tiene el rendimiento ajustado por inflación más bajo entre sus rivales.