El martes, el grupo de investigación y consultoría Wood Mackenzie dijo que estaba reduciendo su pronóstico de crecimiento global para 2022 al 2,5%. Además, su perspectiva ahora prevé que la economía mundial se expanda solo un 0,7% debido al impacto a largo plazo de la guerra en Ucrania.
A pesar del aumento vertiginoso de los precios de las materias primas en el primer trimestre de 2022, Wood Mackenzie señaló que un menor crecimiento económico no sería un buen augurio para las ganancias futuras. Según el director de investigación Peter Martin, el aumento de los precios de las materias primas había elevado los precios de la inflación, lo que obligó a los bancos centrales de todo el mundo a endurecer sus políticas monetarias y acercó aún más la amenaza de una recesión.
WoodMac también señaló que los fuertes aumentos en los precios de la energía y los alimentos perjudican la demanda de la industria y erosionan el poder adquisitivo de los consumidores. Al mismo tiempo, la confianza empresarial mundial se está deteriorando y la inversión se está contrayendo.
"Los precios de la energía y las materias primas podrían caer a medida que se arraigue la recesión económica mundial y las recesiones de la UE y los EE. UU. toquen fondo después de cuatro a seis trimestres, cuando el consumo alcanza su punto más bajo. El retraso en llegar a la parte inferior del ciclo económico hace que la economía global reciba un golpe mayor, en relación con el caso base, en 2023 en comparación con 2022", dijo Martin en el informe de la firma.
La perspectiva siguió a la publicación de los datos del IPC de EE. UU. de marzo. La inflación anual aumentó 8,5% en marzo, superando levemente las expectativas de los economistas.
Aunque los precios generales de las materias primas podrían verse afectados en una recesión, muchos analistas de materias primas han señalado que el oro podría funcionar bien en un entorno de alta inflación y bajo crecimiento económico. Tras la publicación de los datos de inflación de EE. UU., los precios del oro se cotizan cerca de un máximo de 4 semanas.
Si las tensiones geopolíticas persisten más de lo previsto, tanto Rusia como Ucrania podrían sufrir fuertes caídas económicas. Peter Martin señaló que estos países representan menos del 2% del PIB mundial total. Sin embargo, la guerra tendrá un impacto mucho mayor en el comercio internacional, agregó. Aunque el director de investigación de WoodMac dijo que no ve el final de la globalización, es probable que se produzca un realineamiento en el comercio regional.