Los principales índices bursátiles de EE. UU. como DOW Jones, NASDAQ y S&P 500 cerraron el martes con ganancias bastante fuertes, pero estas ganancias no tienen ninguna relación con el panorama técnico actual. El mercado de valores de EE. UU. continúa retrocediendo después de una larga tendencia alcista y la mayoría de los expertos continúan creyendo que 2022 será un año muy desafiante. Durante el día de ayer no hubo ni una sola noticia realmente importante relacionada con la geopolítica. En particular, los inversores y operadores son los que más reaccionan a la geopolítica en este momento. Creemos que la subida de los índices de ayer se debió a la reunión de la Fed de hoy, ya que no había otras razones. Sin embargo, esta reacción inicial del mercado difícilmente revela la mentalidad de la Fed. En otras palabras, es poco probable que signifique que la Fed adoptará una postura moderada sobre su propia política monetaria hoy. Como recordatorio, cualquier endurecimiento de la política monetaria es negativo para el mercado de valores porque significa que los rendimientos de los activos refugio, como los depósitos bancarios, están aumentando. En consecuencia, la demanda de activos de riesgo, que incluye acciones, está cayendo. Por lo tanto, una subida en el mercado de valores un día antes de que se anuncien los resultados de la reunión de la Fed significa, en teoría, que los inversores no creen en un endurecimiento. En la práctica, sin embargo, pueden guiarse por la idea de que la subida de tasas no será del 0,5 % sino del 0,25 %, lo que en las circunstancias actuales sigue siendo muy bueno, ya que la inflación sigue subiendo a un ritmo elevado y en el buen sentido la Fed debería haber comenzado a subir la tasa hace mucho tiempo.
También es posible una segunda opción. Los mercados se están preparando para cualquier endurecimiento de la política monetaria. La subida de ayer es un repunte antes de otra caída. En geopolítica, no hay muchas novedades. Ya hemos dicho que el conflicto militar en Ucrania recuerda cada vez más al conflicto en Donbass, que se prolonga desde hace ocho años. La lucha por las principales ciudades de Ucrania continúa. No ha habido ningún avance de las tropas rusas, por lo que ambos ejércitos han tomado posiciones y han pasado al combate táctico. Sin embargo, como también hemos dicho, una cierta reducción de los combates no puede significar que el conflicto se haya detenido. En los últimos días ha habido esperanza de que en las próximas semanas Moscú y Kyiv consigan llegar a un acuerdo y al menos detener los disparos. Esto ha sido declarado varias veces por las autoridades ucranianas. Sin embargo, al mismo tiempo, la mayoría de los expertos políticos creen que esta situación en Ucrania podría prolongarse durante los próximos años. Si prestamos atención a la duración de las guerras en Siria, Irak, Vietnam, Afganistán y Chechenia, es posible que el conflicto ucraniano-ruso se prolongue durante varios años. Así, creemos que habrá motivos para el optimismo cuando Moscú y Kyiv anuncien oficialmente al menos algún tipo de acuerdo, no antes.