El dólar estadounidense se debate entre la recesión y los intentos de subir

Esta semana no ha estado definida para la moneda estadounidense. Esta cayó debido a la probabilidad de estadísticas macro decepcionantes y al fortalecimiento a corto plazo del euro. Sin embargo, no se da por vencida, tratando de salir del agujero del precio.

El martes, el dólar estadounidense se derrumbó desde un máximo de 19 semanas. Está descendiendo por segunda sesión consecutiva, tratando sin éxito de mantenerse arriba. Hay varias razones para la caída: la expectativa de la subida de tasas de la Fed, el aumento de los flujos de caja a finales de enero, por lo que los inversores tienen que vender dólares y un aumento del apetito por el riesgo. A fines del mes pasado, el apetito por el riesgo en los mercados aumentó significativamente. El catalizador de esto fue el reequilibrio de las carteras de los inversores y su paso a activos protectores.

Las estadísticas macro estadounidenses brindaron apoyo temporal al dólar estadounidense. El mes pasado, el índice de actividad empresarial en la industria del país cayó a 57,6% desde el 58,7% anterior y la caída esperada por los analistas de 57,5%. Actualmente, los mercados están a la espera de señales del regulador europeo, ya que EE. UU. ha tomado medidas, marcando el rumbo de una política monetaria más dura.

Según los expertos, la caída del dólar estadounidense fue facilitada por los temores del mercado sobre una posible reducción de la brecha entre el BCE y la Fed. Algunos analistas apuntan a que el regulador europeo subirá tasas antes que el estadounidense. Al mismo tiempo, los mercados no confían en que la Fed suba las tasas cinco veces este año. Cabe recordar que el regulador estadounidense ha tenido que cambiar de planes en repetidas ocasiones. Sin embargo, el mercado sigue contando con un aumento de cinco veces en las tasas de la Fed, el primero de los cuales se espera para marzo. En cuanto al BCE, todavía se adhiere a la política monetaria ultrablanda, negándose a subir las tasas este año.

La situación actual ayudó al par EUR/USD a subir, mientras que la moneda estadounidense permaneció bajo presión. El fortalecimiento del euro se convirtió en un poderoso impulsor del comercio, que se vio facilitado por los informes inspiradores sobre los precios al consumidor en Alemania. Los expertos admiten una reversión en la dirección de 1,1300-1,1350. Según los estrategas de divisas, el próximo objetivo del par EUR/USD será el nivel de 1,1300. A esto contribuyó la formación del patrón alcista "Morning Star", fijado en el gráfico del martes. El miércoles por la mañana, el par EUR/USD rondaba los 1,1274, acercándose al nivel especificado.

Los estrategas de divisas citan el aplanamiento de la curva de rendimiento como una de las razones de la debilidad actual del dólar estadounidense. Una curva plana es señal de una recesión inminente, mientras que una curva invertida indica una recesión en la economía. Los economistas estiman que la curva de rendimiento de EE. UU. se está aplanando gradualmente, mientras que el diferencial de rendimiento entre los bonos a 2 y 10 años se está estrechando (al mínimo desde octubre de 2020). Esto preocupa a los expertos que ven una analogía con diciembre de 2018, cuando la Fed completó su ciclo de subida de tasas, subiendo la tasa al 2,5%. En ese momento, el regulador comenzó a reducir el balance y ahora apunta a tomar acciones similares. Sin embargo, el resultado puede no cumplir con las expectativas del mercado.

Según los analistas, el aplanamiento de la curva de rendimiento indica que el mercado de deuda cuenta con una solución a los problemas de la cadena de suministro. Si se resuelve el problema, la Fed no necesitará una serie agresiva de subidas de tasas. Sin embargo, al mercado le preocupa que la subida de tasa no permita a la Fed contener la presión sobre los precios. Es posible que la posición "dura" del regulador estadounidense, frente a una posición similar a la europea, encienda una chispa en su relación. La positividad de esta semana será el fortalecimiento del euro frente al dólar estadounidense, que esperan los participantes del mercado.