Los mercados, alarmados por la aparición de una nueva variante de coronavirus "Omicron", respiraron aliviados. El breve respiro se vio facilitado por la negativa de las autoridades estadounidenses a fortalecer las medidas restrictivas en el país y el cauteloso crecimiento del dólar estadounidense.
La relativa calma del dólar estadounidense se vio favorecida por la reevaluación de los riesgos asociados con la aparición de una nueva mutación de COVID-19. Los mercados tomaron una respiración profunda y decidieron con razón no entrar en pánico. A los inversores les dieron confianza las previsiones bastante positivas sobre la divisa estadounidense para 2022. Los analistas del banco ING llamaron la atención sobre los antecedentes generales del mercado de divisas, que sigue siendo muy favorable para el dólar.
La razón de esto son los datos macro positivos sobre la economía estadounidense, que inspiraron a los inversores la esperanza de una reducción temprana de los incentivos de la Fed y un endurecimiento más temprano de la política monetaria. Sin embargo, ING advierte de un posible colapso del dólar estadounidense el próximo mes. El motor del colapso potencial puede ser la nueva variante "Omicron". La implementación de tal escenario pondrá en peligro los planes previos de la Fed.
Muchos analistas temen un largo período de inestabilidad en los mercados de divisas ya que aún no se ha estudiado la nueva mutación del coronavirus. Lo desconocido está plagado de peligros, por lo que incluso los pronósticos de mercado a corto plazo son difíciles. Sin embargo, los expertos mantienen la calma. Goldman Sachs dijo que mantendrían las previsiones económicas anteriores, a pesar de la aparición de la nueva variante del COVID-19. Los estrategas cambiarios de Societe Generale también destacaron la incertidumbre de las perspectivas económicas de la economía estadounidense y el dólar estadounidense.
Cabe señalar que el estatus de moneda de refugio seguro le da una ventaja al dólar estadounidense, lo que lo hace atractivo para los inversores. En momentos de incertidumbre en el mercado, esta moneda es capaz de extraer el mayor beneficio de la situación. Sin embargo, la nueva variante de "Omicron" puede ser el factor que afectará negativamente la decisión de la Fed de subir las tasas.
La actual recuperación de la moneda estadounidense se vio facilitada por el equilibrio relativo de los mercados mundiales. El martes por la mañana, el dólar estaba por encima del mínimo semanal en comparación con otras monedas líderes. El par EUR/USD se negociaba en el nivel de 1,1311. Según los analistas, el sentimiento alcista ha prevalecido en el par desde principios de esta semana. En caso de una fuerte reversión del par EUR/USD, pueden cambiar a lo contrario.
Los expertos creen que la razón del aumento a corto plazo del dólar estadounidense es el alivio de las preocupaciones sobre una nueva mutación del coronavirus que puede convertirse en una bomba de tiempo para la economía estadounidense. A los participantes del mercado les preocupa que la nueva amenaza se convierta en un obstáculo para la Reserva Federal, lo que retrasaría el aumento de las tasas de interés. Anteriormente, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que la nueva variante de Omicron plantea riesgos para lograr un nivel estable de inflación y para volver al empleo máximo.
Al mismo tiempo, el presidente del regulador no abordó temas clave relacionados con pasos específicos para normalizar la política monetaria y la intensidad de la reducción de la compra de activos. Sin embargo, otros funcionarios de la Fed, en particular Raphael Bostic, presidente de la Fed de Atlanta, no ignoraron ni la nueva mutación de COVID-19 ni los riesgos asociados con ella. Según R. Bostic, el peligro de una nueva variante de coronavirus para la economía estadounidense es muy exagerado. El presidente del Banco de la Reserva Federal de Atlanta apoyó la pronta reducción del programa de recompra de activos. Confía en que el momento óptimo para su implementación es el final del primer trimestre de 2022 o el comienzo del segundo.
Según los analistas, los problemas asociados con la pandemia de COVID-19 no interfieren con la recuperación segura de la economía estadounidense. Esto permitió a los economistas de JPMorgan Chase & Co. mejorar su estimación de crecimiento anual, aumentando el indicador al 7% desde el 5% anterior. Es posible realizar más pronósticos con la disponibilidad de nuevos datos macro para noviembre de 2021. Se espera que la Fed los reciba en la próxima reunión del Comité de Mercado Abierto (FOMC) programada para el 14 y 15 de diciembre. Los expertos cuentan con informes relativamente positivos sobre el mercado laboral estadounidense y los datos de inflación.