El Congreso de Estados Unidos fue presionado por la declaración de la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, de que el gobierno se quedará sin dinero para el 18 de octubre. Ella dijo que el Congreso debería elevar rápidamente el techo de la deuda para evitar una crisis crediticia.
"Sabemos por los impases previos en los límites de la deuda que esperar hasta el último minuto puede causar un daño grave a las empresas y la confianza de los consumidores, aumentar los costos de los préstamos para los contribuyentes y afectar negativamente la calificación crediticia de los Estados Unidos en los próximos años. No actuar con prontitud podría también dan lugar a perturbaciones sustanciales en los mercados financieros, ya que una mayor incertidumbre puede exacerbar la volatilidad y erosionar la confianza de los inversores", explicó Yellen.
Ya la semana pasada, la secretaria del Tesoro había advertido al Congreso de un posible cierre del gobierno si no aprueba una legislación para elevar el techo de la deuda. Dijo que negarse a hacerlo podría conducir a una crisis financiera.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, también pidió al Congreso que aumente el límite de deuda para evitar el incumplimiento.
Como era de esperar, la noticia provocó liquidaciones en algunos valores del Tesoro con vencimiento en el próximo mes, y los rendimientos mensuales de las letras del Tesoro alcanzaron sus niveles más altos en meses.
En general, los inversores han opinado que el estancamiento del Congreso sobre este tema se resolverá antes de que ocurra el incumplimiento. Goldman Sachs dijo que es "el límite de deuda más riesgoso en una década".