La divisa estadounidense vuelve a tambalearse de arriba a abajo, replanteándose los datos actuales de inflación. En este contexto, al billete verde le está costando afianzarse, por lo que no es de extrañar un nuevo descenso.
Algunos analistas se mostraron confusos por la reacción inicial del dólar a los datos de la inflación estadounidense, en particular el índice de precios al consumo (IPC). Cabe señalar que la lectura del IPC estadounidense de agosto fue muy baja: su valor básico cayó al +0,1%, aunque los expertos esperaban un +0,3%. Este acontecimiento debería haber desencadenado un debilitamiento de la moneda estadounidense, pero no fue así. Los expertos sólo registraron un breve intento de movimiento a la baja y luego el sentimiento de riesgo volvió a caer. Así, el dólar subió siguiendo a los bonos del Tesoro estadounidense y encontró un equilibrio relativo. Sin embargo, más tarde el "dólar americano" se debilitó de nuevo.
Numerosos operadores del mercado consideran que no es rentable que la Reserva Federal endurezca bruscamente su política monetaria. Esta conclusión se basa en la opinión del regulador, que sigue considerando que el repunte de la inflación es un fenómeno temporal. Según los informes, el índice de precios al consumo se detuvo en agosto por primera vez desde octubre de 2021 y se situó en el 5,3% interanual. Un mes antes se situaba en el 5,4%. Las estadísticas sobre la producción industrial en Estados Unidos ayudaron a los operadores del mercado a evitar la decepción. Según los informes de agosto, se esperaba que el volumen de la producción industrial aumentara un 0,4%.
Estos "tambaleos" macroeconómicos no permiten que el dólar se fortalezca. Los operadores del mercado y los analistas esperan un nuevo recorte de las tasas de interés por parte de la Fed, lo que suele beneficiar al dólar. Esta medida indica que la Fed se inclina por un endurecimiento de la política monetaria (PM). Sin embargo, los informes macroeconómicos actuales confunden la dinámica posterior del billete verde y la estrategia monetaria del regulador. Según Francesco Pesole, estratega de divisas del G10 en ING Bank, "las cifras de inflación no han dado respuesta al dilema del mercado sobre el calendario de reducción de los programas de estímulo de la Fed. F. Pesole destacó que el dólar ha ganado recientemente apoyo en medio de una combinación de dos factores importantes: un posible endurecimiento de la PM y una desaceleración del crecimiento en el horizonte de planificación a medio plazo.
A mediados de la semana actual, el billete verde ha caído visiblemente, pero más tarde ha ganado un poco de impulso. En la mañana del jueves 16 de septiembre, el par EUR/USD se cotizaba entre 1,1810 y 1,1811. En opinión de los expertos, el tándem está atascado en este rango de precios, ya que el intento de romper 1,1815 fracasó.
De acuerdo con los estrategas de divisas, el billete verde cuenta con el apoyo de sus compradores activos. En el mercado siempre hay quien está dispuesto a comprar el dólar mientras sus perspectivas sean bastante positivas. Con todo, la situación actual impide que el par EUR/USD siga avanzando. Mientras el tándem está por debajo de 1,1900, el panorama técnico del EUR/USD sigue siendo negativo. Para muchos expertos, antes de la reunión de la Fed, prevista para el próximo miércoles 22 de septiembre, el tándem podría subir a 1,1900 y, en condiciones favorables, a 1,2000.
En estos momentos, la atención de los inversores se centra en la próxima reunión de política monetaria del FOMC, que tendrá lugar la semana que viene. Los operadores del mercado esperan señales sobre la finalización gradual del programa de flexibilización cuantitativa (QE). Hay que recordar que la reducción de la QE contribuye a que el dólar aumente su valor. La aplicación de este escenario llevará a una reducción de las compras de activos de deuda por parte del Banco Central. En esta situación, el número de dólares en circulación disminuye bruscamente y el valor del dólar aumenta, señalan los expertos.