Irán rechaza el acceso a sus datos a menos que se reactive el acuerdo nuclear de 2015

Los observadores internacionales están viendo con creciente consternación el programa nuclear en rápida expansión de Irán, ya que Teherán se niega a extender el pacto e insiste en que su equipo continúe documentando con precisión las actividades de enriquecimiento de uranio.

Irán afirma que todavía almacena datos del equipo de monitoreo de la Agencia Internacional de Energía Atómica, pero el acceso a él estará cerrado hasta que Irán complete la negociación con las potencias mundiales para reactivar el acuerdo nuclear de 2015, que levantaría las sanciones.

El acuerdo, firmado hace seis años, limitó las actividades nucleares de Irán. Pero después de que Trump volvió a imponer las sanciones, Irán comenzó a levantar las restricciones a su trabajo nuclear y ahora tiene suficiente uranio acumulado para crear ojivas.

Aunque la administración Biden, junto con China, Francia, Alemania, Rusia y el Reino Unido, han estado tratando de restablecer el tratado de 2015 desde abril, los diplomáticos no se reunirán hasta agosto, cuando el nuevo presidente de Irán, Ebrahim Raisi, asuma el cargo.

Los mercados de energía están siguiendo de cerca las discusiones, anticipando el crecimiento de las exportaciones de gas y petróleo iraníes si se levantan las sanciones.

El director general de la AIEA, Rafael Mariano Grossi, habló en medio de informes de que los políticos estadounidenses presionarán a Irán si fracasan las negociaciones para renovar su acuerdo.

Según el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, el país ha más que triplicado sus reservas de uranio, de 2,4 kg a 8,9 kg. Esto es técnicamente indistinguible del material necesario para crear un arma nuclear, ya que solo se requieren de 10 a 15 kilogramos de metal altamente enriquecido para producirlo.

Irán siempre ha dicho que su programa nuclear es para uso civil, pero las preocupaciones en las capitales occidentales e Israel sobre la posibilidad de fabricar bombas impulsaron un acuerdo inicial.

Grossi dijo que los inspectores permanecen en territorio iraní, pero que sus visitas a las instalaciones nucleares son limitadas. La investigación del OIEA sobre rastros de uranio de hace décadas encontrados en varios lugares aún está pendiente.

No aclarar la fuente del material abre otra vía para que Estados Unidos aumente la presión sobre Irán.