Según los datos de negociación, el viernes por la mañana, los precios del petróleo mostraron dinámicas multidireccionales en medio de la incertidumbre sobre la demanda asociada con la pandemia de COVID-19. Los inversores están especialmente preocupados por la situación en la región asiática.
Como resultado, el precio de los futuros de junio para el crudo del mar del norte Brent en la Bolsa de Futuros ICE de Londres cayó un 0,11%, a $63,13 por barril. Al cierre de la sesión del jueves, estos contratos subieron de precio un 0,1%, hasta los $63,2 por barril.
Mientras tanto, el precio de los futuros de mayo para el petróleo crudo WTI en las negociaciones electrónicas en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) aumentó un 0,12%, a $59,67 por barril. Un día antes, el precio de estos contratos cayó un 0,3%, hasta los $59,6 por barril.
El aumento en la tasa de crecimiento de las infecciones por coronavirus en Asia genera preocupación entre los participantes del mercado sobre las perspectivas de recuperación de la economía de la región y la demanda de oro negro. La situación más aterradora hoy se observa en la India, el mayor estado importador de petróleo. Según los últimos datos, en el país se registraron alrededor de 13 millones de casos de infección por coronavirus.
Otro factor abrumador para el mercado del petróleo fue el optimismo del mercado mundial en medio de las expectativas de una recuperación económica mundial y una salida a la crisis pospandémica. La euforia descontrolada de los inversores fue provocada por las estadísticas internas sobre el crecimiento permanente de las economías de Estados Unidos y Europa.
Después de analizar la combinación de estos factores, los expertos dijeron que las señales del mercado del oro negro siguen siendo bastante ambiguas. A pesar de que el nivel de infecciones por COVID-19 y la introducción de nuevas confinamientos alarman significativamente a los inversores, el mercado mundial del petróleo está experimentando una disminución constante de las reservas de materias primas.
Mientras tanto, en una entrevista con Bloomberg el viernes, el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Abdulaziz bin Salman, enfatizó que apoya plenamente la última decisión de la OPEP de aumentar la producción de petróleo.
A principios de este mes, los estados miembros de la alianza acordaron aumentar la producción de oro negro en mayo en 350.000 barriles por día, una cantidad similar se planeó para junio y 440.000 para julio. Como resultado, de acuerdo con los escenarios preliminares de la OPEP en mayo-julio, la organización planea alcanzar los niveles de producción que ya estaban previstos a partir de enero. Al mismo tiempo, Arabia Saudita volverá al mercado con 1 millón de barriles diarios de su propio petróleo, cuya producción fue voluntariamente limitada.
Al final de su entrevista, Abdulaziz bin Salman agregó que, en caso de un deterioro de la situación en el mercado de materias primas, la OPEP y sus participantes podrán revisar rápidamente las decisiones tomadas con anterioridad, ya que el acuerdo actual incluye un mecanismo para aumentar, congelar y reducir la producción.