El petróleo cayó esta mañana, ya que los participantes del mercado continúan evaluando los resultados de la reunión de la OPEP.
Los futuros del Brent para junio bajaron un 0,97%, cayendo a $64,23 por barril. Mientras tanto, los futuros del WTI para mayo cayeron un 0,88%, alcanzando los $60,91 por barril.
Como se mencionó anteriormente, el descenso se debió a la decisión de la OPEP de aumentar la producción en los próximos meses. Más concretamente, los recortes de suministro acordados previamente se reducirán a 6,55 millones de bpd este mayo, a 6,2 millones en junio y a 5,76 millones en julio. En consecuencia, esto elevaría la producción en 7,9 millones, 7,3 millones, 6,6 millones y 5,76 millones, respectivamente.
Por supuesto, muchos se muestran escépticos si esta decisión es correcta, especialmente porque en este momento, el mercado del petróleo es inestable debido a factores externos contradictorios. Por un lado, hay un aumento tangible de la demanda de materias primas en Estados Unidos, pero por otro lado, se introdujeron nuevamente medidas cuarentenarias y restrictivas en Europa.
Muchos analistas creen que la demanda superará a la oferta, por lo que mantienen previsiones positivas para el mercado. Pero si la oferta realmente dominó la demanda, el petróleo disminuirá y se cotizará entre 60 y 65 dólares por barril.
Cabe señalar también que la situación actual con COVID-19 amenaza al mercado, y que la oferta actual de petróleo aún supera los valores promedio de 2015-2019.
Por lo tanto, persistirán fuertes fluctuaciones a corto plazo, ya que el precio se verá arrastrado tanto por el aumento de la demanda en Estados Unidos como por las restricciones de cuarentena en Europa.