¿Están los inversores dispuestos a renunciar al oro?

El precio del oro ya ha caído más del 11% este año. Los expertos identifican varios factores que causaron una dinámica negativa tan preocupante: el crecimiento de los rendimientos de los bonos del tesoro de los EE.UU, los repuntes del mercado de valores y la volatilidad de Bitcoin. En este sentido, los activos tradicionales comenzaron a subir la rentabilidad, mientras que el oro, que no tiene ingresos por intereses y dividendos, disminuyó notablemente.

Sin embargo, diferentes escenarios actuales indican que la inflación aumentará temporalmente a medida que se inyecte liquidez adicional en los mercados. Ahora bien, ¿cómo cambiará el destino del principal metal precioso considerando tales perspectivas?

Los analistas predicen que, como resultado del aumento de la inflación, los rendimientos relativamente fijos de los activos clásicos no importarán, ya que las monedas caerán. Aquí es donde los inversores encontrarán útil la falta de rendimiento del oro, lo que les repugna hoy, ya que este activo es la protección de la cartera de inversiones del colapso de los precios de las divisas y los bonos. Sin embargo, un competidor serio del principal metal precioso aquí también puede ser Bitcoin, al que muchos llaman con razón un reemplazo del oro y el principal activo protector del siglo XXI.

Desafortunadamente, no todo es tan simple como parece cuando se trata de las monedas virtuales. El mero hecho de que las autoridades no regulen el mercado de las criptomonedas obliga a muchos inversores a detener el riesgo de invertir en activos digitales. Además, India creó un proyecto de ley para prohibir completamente las criptomonedas antes de que China prohibiera la minería y el comercio de estas. En vista de la situación actual y la inflación futura, los inversores se ven obligados a depender únicamente del oro. Sin embargo, aún no está claro qué le espera al principal metal precioso a corto plazo.

Según los analistas, existen tres escenarios posibles para el desarrollo de eventos. Es muy probable que la tasa de inflación aumente levemente y los Bancos Centrales mantengan la política monetaria. Si es así, las tasas de interés caerán inevitablemente, mientras que los rendimientos de los bonos y el tipo de cambio del oro subirán lentamente. En el caso de que la inflación crezca bruscamente, las tasas de interés también subirán, así como el precio del oro. Al mismo tiempo, también es posible que los bancos centrales se vean obligados a recomprar todos los activos, mientras que la deuda nacional no podrá refinanciar. En este caso, el mercado de bonos estará al borde del colapso. Si la inflación resulta descontrolada, el tipo de cambio del oro romperá el récord de 2020 varias veces.

Por lo tanto, los inversores volverán al oro tan pronto como determinen que la tasa de inflación ha superado a la economía. En este caso, la rentabilidad de los activos tradicionales desaparecerá durante algún tiempo.