La desaceleración esperada en la tasa de crecimiento alemana alcanzó al euro. La única moneda europea cayó tras las preocupaciones sobre una recesión más amplia en Europa. La economía más grande de la región está experimentando un enfriamiento de la economía global y los efectos de los conflictos comerciales causados por las políticas del presidente estadounidense Donald Trump.
La economía alemana creció un 1.5 por ciento en 2018, la más baja en cinco años. Poco después de la publicación de los datos de PIB, el euro cayó a un mínimo de cinco días de $1,1423. El primer "timbre" alarmante para el euro fue la caída inesperada en la producción industrial en Alemania, que aumentó las preocupaciones sobre los planes del BCE para detener la estimulación. Hay una opinión de que, a pesar de que estas cifras están en línea con las expectativas, el panorama sombrío como conjunto refuerzas las dudas de que el BCE subirá las tasas de interés en general en 2019.
A corto plazo, el riesgo más grande para Europa y el euro es el Brexit desordenado, que puede ocurrir en el momento más inapropiado para la economía alemana. Por la misma razón, es necesario monitorear de cerca la libra esterlina a vísperas de una votación en el parlamento.
El dólar está aumentando y el panorama parece muy atractivo frente a este contexto, a pesar de las recientes pérdidas causadas por los temores de una desaceleración global y las expectativas de una pausa en la subida de la tasa de la Fed este año.