Las renovadas sancione contra Irán que existían antes de la firma del Plan de Acción Integral Conjunta sobre el programa nuclear iraní en 2015 entraron en vigor esta noche.
Bajo las sanciones, en primer lugar, caerá la industria petrolera de Irán, así como la banca, la construcción naval y el transporte marítimo. Además de la propia República Islámica, las restricciones a las sanciones afectarán a todos los países y compañías extranjeras que mantienen vínculos comerciales con socios iraníes.
Sin embargo, el gobierno iraní dijo que no tenía la intención de dejar de vender petróleo, a pesar de todas las dificultades potenciales.