Según un estudio realizado por expertos del Fondo Monetario Internacional, el fortalecimiento del dólar estadounidense representa una amenaza para la economía mundial y podría empeorar las consecuencias de COVID-19.
Un colapso sin precedentes en la demanda global y los precios de los productos básicos, las salidas de capital y un déficit general en la economía global condujeron a la depreciación de las monedas de los países emergentes. Como resultado, el costo de las importaciones aumenta mientras que la demanda cae.
Por otro lado, puede contribuir al crecimiento de la competitividad de las exportaciones de dichos países. Pero los precios de exportación se establecen en dólares estadounidenses, por lo que no será posible estimular la economía.
A pesar de que el gobierno de los Estados Unidos ha proporcionado billones de dólares, la economía del país perdió un 37% en el segundo trimestre de este año. Según algunos datos, el PIB de EE.UU. puede caer un 6,6%.
Los expertos advierten que la impresión de dinero sin precedentes está matando lentamente al dólar. Los incentivos agresivos de la Reserva Federal podrían conducir a un desastre. El ex presidente de la Fed, Paul Volcker, señala que el gobierno es responsable del valor de su moneda.
Ray Dalio, multimillonario y fundador del fondo de inversión más grande del mundo, Bridgewater Associates, señaló que los inversores huyen de los bonos del gobierno de los Estados Unidos porque los bonos no aportan dinero y los emisores producen mucha moneda. En su opinión, esto no tiene sentido.
La principal fuente de financiamiento del déficit presupuestario de los Estados Unidos es vender bonos del gobierno. El déficit estadounidense, por cierto, ha alcanzado casi tres billones de dólares.
El conocido economista del banco de inversión Morgan Stanley, Stephen Roach, cree que el dominio del dólar estadounidense está llegando a su fin. Estados Unidos ha enfrentado problemas fiscales y de deuda sin precedentes.
El experto cree que la moneda estadounidense puede depreciarse en un tercio en 2021. La razón de esto será una fuerte disminución de los ahorros de los hogares y un aumento de la deuda del gobierno en el contexto de una recuperación exitosa de la crisis de los principales socios comerciales de EE.UU.
Según el Banco de Pagos Internacionales, el dólar estadounidense cotiza 33% por encima de los mínimos de 2011. Pero en 2021, la unidad monetaria estadounidense en un momento puede volver a estos mínimos, debilitándose en un 35% en medio de la inflación esperada.
Además, el país tiene una política monetaria súper blanda. No tiene sentido olvidarse de los grandes préstamos del gobierno. Estos dos factores inevitablemente afectarán al dólar estadounidense.